Capeando el temporal

La economía turca continúa su consolidación. Las previsiones indican que este año crecerá por encima del 5%, con una inflación controlada y convirtiéndose en una atractiva plaza para la inversión. Una estabilidad que se ha mantenido al margen de la incertidumbre política, pero que los organismos internacionales han relacionado con la reelección del AKP, el partido gobernante.

El paro ha caído desde el 10,1% del año 2003 hasta el 9,9% actual y según las previsiones de la OCDE debería estar en torno al 9,6% en 2008

La economía turca crecerá este año por encima del 5%, con una inflación controlada y convirtiéndose en una atractiva plaza para invertir

El Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) coinciden en el buen momento económico turco y en los avances que se han realizado en los últimos cinco años. Para el Fondo, la economía del país euroasiático se elevará un 5% este año, mientras que para la OCDE esta cifra llegará hasta el 5,7%. Turquía ha crecido a un 7,5% anual desde 2002 cerrando el curso pasado en un 6%.

Parte de este crecimiento se basa en el consumo privado -que se elevó un 5,2%- y la inversión, además de la caída de unos elevados tipos de interés reales, la rápida expansión del crédito y el flujo de capitales extranjeros que se tradujo en un crecimiento de la formación de capital fijo del 7,3% en 2006. Una coyuntura que ha favorecido la moderación de la inflación hasta situarse por debajo de los dos dígitos.

Presión política

De momento, la bonanza económica parece no verse afectada por el reciente brote de inestabilidad económica, aunque los analistas advierten que gran parte del crédito internacional y financiero del país se juega en las elecciones de este año y en la reelección del partido gobernante AKP del actual presidente Recep Tayyip Erdogán. Los organismos internacionales, la Unión Europea y el Gobierno de EE UU han dado su respaldo público a Erdogán y a su gestión situándolo como el artífice de la reactivación económica turca.

Los principales efectos de la incertidumbre sobre el futuro gobierno han generado un retroceso en el mercado financiero turco y una importante volatilidad en los valores bursátiles. Sin embargo, los índices macroeconómicos se mantienen estables. En una economía que produce unos 400.000 millones de dólares anuales, se han logrado mantener las tasas de crecimiento de las exportaciones a un ritmo del 8,3% y las importaciones al 7,1%, casi dos décimas más que la cifra alcanzada el año pasado. Claras muestras de un comercio exterior saludable.

Del mismo modo, indicadores más desfavorables, como la inflación, se encuentran relativamente controlados. Durante 2006, el alza de los precios en Turquía llegó hasta el 9,6%, una de las cifras más elevadas de la década. No obstante, el Gobierno ha señalado que para el verano esta cifra podría caer hasta el 8% y al 4% a mitad del 2008, la meta presupuestada para este año. El crecimiento de los precios también está ligado a las elevadas tasas de interés que actualmente se sitúan en el 17,5%, pero que según la OCDE deberían caer al 12% al finalizar 2008.

Caída del desempleo

El desempleo sigue siendo el gran dolor de cabeza de la Administración. El paro ha caído desde el 10,1% del año 2003 hasta el 9,9% actual y según las previsiones de la OCDE debería estar en torno al 9,6% en 2008. Esto sin contar con el enorme porcentaje de empleo informal existente. Las políticas para reducir el paro siguen fallando, algo que ya han advertido desde los diferentes organismos.

El FMI ha advertido que el Gobierno turco debe encontrar una fórmula para atajar el alto nivel de desempleo, la economía sumergida y otros problemas, como el déficit energético. Mientras, la OCDE ha señalado que la economía no es todavía lo suficientemente fuerte para soportar los avatares externos e internos, por lo que ha pedido más esfuerzos para realizar reformas que mejoren la competitividad de la balanza exterior.