Dos hospitalizados y 17 intoxicados en un incendio en Canillejas

Dos personas resultaron heridas leves ayer en el barrio de Canillejas de la capital a consecuencia de un fuego desatado en un sexto piso de la calle del Canal del Bósforo. Los bomberos rescataron a seis personas con sus escalas, y una quincena de vecinos y dos bomberos fueron atendidos por inhalación de humo. El único ocupante del piso siniestrado fue ingresado en el hospital de La Paz con quemaduras de primer grado.

Un incendio en una vivienda del barrio de Canillejas (San Blas) sobresaltó a media tarde de ayer a los vecinos de la calle del Canal del Bósforo. Alrededor de las 17.00, el sexto B del número 82 comenzó a arder "entre grandes llamaradas", según contaban los vecinos de enfrente. El único ocupante de la vivienda, Eusebio Vicente, estaba dentro, aunque pudo salir por su propio pie.

El hombre resultó herido con quemaduras de primer grado (las más leves) en el tórax y fue trasladado al hospital de La Paz, según informó en el lugar del suceso Isabel Casado, supervisora de Samur-Protección Civil.

Otros 15 vecinos del bloque tuvieron que ser atendidos por inhalación de humo en un puesto médico avanzado que montaron los servicios de emergencia en un jardín adjunto. Allí esperaban a que se pasara el sofoco con botellitas de agua y abanicos varias mujeres. Una bombona de oxígeno había contribuido a su recuperación. Angustias, Presentación y Mari, vecinas del tercero, el cuarto y el séptimo, no podían con el tembleque y cada una contaba la tragedia con más o menos detalles en función de sus nervios. Al rato, un coche con varios familiares llegó para llevarse a Mari, la que peor se había tomado el fuego.

El otro vecino trasladado a un hospital es un varón de 60 años que sufría patologías previas agudizadas por el humo, según informó un portavoz de Emergencias Madrid. Los bomberos tardaron 15 minutos en controlar el fuego para, 10 minutos después, lograr extinguirlo.

Agentes de este cuerpo desalojaron a seis vecinos con sus escalas porque el fuego, que adquirió importantes proporciones (el piso quedó totalmente destrozado y el humo había manchado hasta el noveno, el último piso del edificio), rompió por la fachada y la escalera. Gabriel Tera, jefe de guardia de Madrid Bomberos, informó de que "tras una primera inspección del piso incendiado, el inmueble no presenta daños estructurales aparentes".

El último vecino en bajar en la escala de los bomberos fue Manuel, de 95 años, que vive dos pisos más arriba del lugar donde se desató el fuego. Pidió que bajaran también a Kiko, un simpático perrillo que correteaba al rato tan tranquilo como su dueño. El hombre contaba después que había puesto un ventilador en marcha para disipar el humo que entraba en su casa y se había puesto a esperar a los bomberos muy calmado. "Dos guerras ha pasado mi abuelo, la civil y la mundial, así que cómo no iba a superar esto", decía su nieta Rebeca, aliviada al verle sano y salvo.

Eusebio, el ocupante del piso donde comenzó el fuego tiene 63 años, según contaba su sobrina, Susana, que esperaba nerviosa a que los bomberos le permitieran comprobar los daños y a que llegara su madre, Felisa, la dueña del piso que se encontraba fuera de la casa pasando el fin de semana. "Tranquila, mujer, que si tu madre tiene seguro, ellos lo pagan todo", tranquilizaba a Susana un miembro del equipo sanitario. "Ya, al menos no le ha pasado nada grave a nadie", se respondía ella misma.