Camellos de Bollywood

Lleva siete años con su Conciertazo, el programa de música para niños. Habla con cariño, y a ratos con pena, de la India.

Sitúenos. ¿Cuándo fue?

Hace diez años. Fui con mi mujer. Todo el mundo nos lo recomendaba. Nos daba miedo sufrir viendo tanta desgracia, pero luego al final resulta que hay dos vertientes.

Profundice en eso.

Se sufre viendo esa pobreza tan extrema, pero te vas como integrando en ese mundo. Y te choca su resignación, pero vas entendiendo qué es el carácter hindú, su filosofía de vida.

¿Por dónde anduvieron?

Por Rajastán, la India central.

Si voy, tengo que visitar...

Jaisalmer. Una ciudad fortificada en medio del desierto. De lejos parece de cartón piedra. Está exactamente como en la Edad Media. Es como meterte en Las mil y una noches.

¿Hizo la excursión en camello al desierto?

Sí, y fue curioso, porque nos encontramos con el rodaje de una película de Bollywood. Había carros, telas de colores, cientos de camellos... Parecía preparado para nosotros.

¿Y se perdió el Taj Mahal?

No, fuimos, fuimos. Y me pasó como cuando me puse ante el David de Miguel Ángel. Aunque lo hayas visto 200.000 veces en fotos, hasta que no estás ahí no te das cuenta de que no tiene comparación.

¿Ahora usted también recomienda el viaje?

Sí. Te abre los ojos. El mundo es así y no debemos mirar para otro lado.