El PSE logra por sorpresa presidir las Juntas de Guipúzcoa gracias a la división del tripartito
La socialista Rafaela Romero (Quintana de la Serena, Badajoz, 1972) resultó ayer elegida presidenta de las Juntas Generales de Guipúzcoa en una insólita votación que evidenció la división existente en el tripartito vasco (PNV, Eusko Alkartasuna y Ezker Batua). Es la primera vez que el PSE consigue acceder a este cargo desde la restauración de la Cámara provincial en 1979. Romero logró la presidencia en la segunda votación gracias a los votos de su partido, los del PP y el sorprendente apoyo de los cuatro junteros de EB, quienes en la primera vuelta habían respaldado al aspirante del PNV. El partido que dirige en Guipúzcoa Joseba Egibar resulta el peor parado en el reparto de puestos en la Mesa y tiene aún en el aire la negociación con EA para seguir gobernando la Diputación.
La peneuvista Ana Madariaga, reelegida presidenta de la Cámara vizcaína, a cuya Mesa también se sientan PSE, PP y EB
Markel Olano insiste en incorporar al partido de Madrazo a la Diputación, mientras que EA le cierra la puerta
EB se desmarca de Aralar y de sus socios en el Gobierno y apoya a la candidata socialista tras respaldar primero al PNV
Todos los partidos llegaron a la sesión constitutiva de las Juntas sin tener completamente atados los acuerdos. El PNV y EA, que presentaron cada uno a su aspirante a la presidencia (Maribel Vaquero y Juan Inazio Galdos, respectivamente), habían acordado votar de forma conjunta al segundo. Socialistas y populares también tenían decidido respaldar a Romero. La única incógnita sin despejar era el sentido del voto de la coalición EB-Aralar (cuatro y dos junteros, respectivamente), que al final resultó determinante para la elección de la presidencia.
En la primera votación, Galdos sumó 23 sufragios, uno más que Romero, mientras que los seis junteros de EB-Aralar apoyaban a Vaquero, lo que obligó a realizar otra ronda, ya que ninguno de los aspirantes había obtenido mayoría absoluta.
Acuerdo previo
Tras un breve receso, que las delegaciones de PNV y EA aprovecharon para reunirse, en la segunda elección estos dos partidos volvieron a apoyar a Galdos, mientras que Romero sumaba esta vez los votos de su formación, el PP y, sorprendentemente, los cuatro del partido de Javier Madrazo, que se desmarcaba así del voto en blanco de su socio de coalición Aralar.
De este modo se consumaba la rocambolesca elección de Romero, vicepresidenta segunda de la Cámara foral en el anterior mandato. El candidato socialista a diputado general, Miguel Buen, explicó al acabar el pleno que existía un pacto previo entre su partido y EB para respaldar a Romero. Mikel Izagirre, portavoz de Ezker Batua, negó tal hecho y sostuvo que la decisión de apoyar a los socialistas en la segunda vuelta se tomó mientras se celebraba la sesión.
Buen, quien anunció que ahora tiene el objetivo de "ir a por la Diputación", desveló que "los acuerdos con EB estaban cerrados antes del pleno". Para enfatizar lo seguro que estaba del resultado final de las votaciones dijo: "En ningún momento me he movido de mi escaño", mientras que el resto de portavoces recibían llamadas de teléfono y mantenían reuniones por separado.
El PSE prefirió incluso aupar a EB a una de las vicepresidencias y relegar al PP a una secretaría, pese a que los populares fueron siempre fieles a Romero.
Izagirre, en cambio, aseguró que variaron su voto cuando constataron que el PNV iba a apoyar siempre al representante de EA, al que no querían respaldar en ningún caso porque "se ha negado en todo momento a hablar con EB-Aralar".
El peneuvista Markel Olano, aspirante a diputado general, no se atrevió a aclarar lo sucedido. Se limitó a afirmar que su partido actuó con "coherencia", pese a votar a Galdos cuando había presentado a su propia candidata, y que cumplió "todos los compromisos" adquiridos con EA.
Fue el presidente de este partido en Guipúzcoa, Iñaki Galdos, quien puso al descubierto las entretelas de las votaciones. Confirmó que había acordado con el PNV presentar a sus respectivos candidatos para demostrar que EB les estaban "engañando". Desveló que entre ambas votaciones se mostraron dispuestos, "en un esfuerzo de generosidad", a retirar a su candidato, aunque finalmente ello no se produjo porque Olano rechazó las contrapartidas que le exigía EA en la negociación del Gobierno foral.
"Tenemos una presidenta de las Juntas socialista porque EB lo ha decidido unilateralmente, en contra del tripartito de Vitoria y siguiendo las instrucciones del consejero [de Vivienda], Javier Madrazo", coordinador general de EB, destacó Galdos tras acusar a esa formación de "plantear la política como un mercadeo". Tildó de "falso" el argumento esgrimido por EB de que su apoyo al PSE se debía a que este partido les había garantizado un puesto en la Mesa, y reveló que los nacionalistas también se comprometieron a defender su acceso a ese órgano.
Incidentes con ANV
El PNV y EA no coincidieron en las consecuencias que tendrá la decisión de EB de votar a los socialistas. Olano insistió en llevar el tripartito a la Diputación, mientras que Galdos excluyó a la formación de Madrazo: "Es como si Eto'o vuelve al Real Madrid", puso como ejemplo.
La fallida estrategia de EA de lograr a toda costa la presidencia del Legislativo foral le sitúa ahora en una posición de debilidad en la negociación que aún mantiene abierta con el PNV para repetir su alianza en el Ejecutivo provincial.
Mientras, en las Juntas de Vizcaya todo transcurrió según lo previsto y la peneuvista Ana Madariaga resultó reelegida presidenta con los votos de su partido, los cuatro de EB-Aralar y uno de EA. El pacto entre los cuatro principales grupos de la Cámara les permitió repartirse los cinco puestos de la Mesa: además de la presidencia, el PNV se queda con una vicepresidencia, el PSE tiene otra vicepresidencia y el PP y EB, las dos secretarías.
El único juntero de ANV, Andoni Arriola, votó nulo en todos los casos y fue el único que no aplaudió la designación de los componentes de la Mesa. Dos miembros de la lista anulada protagonizaron un incidente al desplegar una pancarta de protesta y salieron del pleno de forma pacífica sólo cuando accedieron agentes de la Ertzaintza y tras hacer caso omiso a los ruegos de Madariaga. En San Sebastián también se concentraron seguidores de ANV para exigir 12 junteros para su lista anulada.
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