La 'marea roja' obliga a cerrar seis polígonos de bateas de mejillón
La extensión de la marea roja ha provocado que los 12 polígonos cerrados ayer por la presencia de toxina diarreica (DSP) se han ampliado a primeras horas de la mañana de hoy a 18, según informa Europa Press. No obstante, tanto la Consellería de Pesca como el sector mejillonero descartaron cualquier tipo de alarma, ya que apuntaron que este episodio tóxico es "habitual" en estas fechas. Además, destacan que, si cambia el viento y no continua entrando fitoplancton, se facilitará su desaparición.
De este modo, en estos momentos están cerrados en la Ría de Arousa un total de seis polígonos: el C Norte y Sur de Cambados y los C1, C2, C3 y C4 de O Grove. En la Ría de Pontevedra están clausurados un total de ocho: el A y B de Cangas; los A2, A1, y B de Bueu; y el A,B, C de Portonovo. Finalmente, en la Ría de Vigo son tres los cerrados: los F, G y H de Cangas.
Ante esta situación, el sector mejillonero gallego mostró su deseo de que el episodio de marea roja no se prolongue durante mucho tiempo. El presidente del Consello Regulador do Mexillón de Galicia, Ramón Dios, indicó que "si cambia el viento y no continúa entrando fitoplancton en la ría, se facilitará la desaparición de la toxina".
A pesar de ello, Dios concretó que el sector "ya esperaba este episodio tóxico", aunque admitió que esta vez, y en comparación con otros años, se produce una circunstancia "curiosa y excepcional". "Llevábamos mucho tiempo sin tener episodios de este tipo", matizó.
Precisamente, la Consellería de Pesca destacó que la inexistencia, hasta el momento de la DSP en los polígonos de bateas estaba permitiendo que se mantuviesen abiertos en la práctica totalidad de las rías gallegas desde finales del pasado mes de noviembre. De hecho, recordó que el cambio de condiciones oceanográficas registrado en los últimos días de octubre de 2006 permitió que la situación vivida el año pasado contrastase con la "virulencia" del episodio tóxico que se produjo en 2005.
Mercado abastecido
A este hecho se refirió también Ramón Dios quien destacó que desde noviembre no se había detectado la presencia de ningún tipo de toxina en las rías gallegas, lo que permitió un "intenso trabajo" en los últimos meses "y el mercado ahora está abastecido". En este sentido, argumentó que durante siete meses hubo una "ausencia absoluta de toxina, y ahora llega en una época que ya es habitual que se produzca pero algo más tarde".
No obstante, indicó que la toxina sólo está afectando, de momento, a pocas zonas y el hecho de que se haya detectado "afecta únicamente a los productores que ven prohibida la extracción". Esta medida, según explicó Dios, es un síntoma de que "se están haciendo controles estrictos y que el producto que llega al mercado cumple con todas las garantías de calidad y sanitarias".
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