El abogado de Zouhier dice que "la sociedad tiene una deuda con él" por ser confidente
El abogado de Almallah Dabbas dice que contra su cliente sólo hay el testimonio de una "mujer despechada"
La sesión del juicio del 11-M ha acogido esta mañana los alegatos de los abogados defensores del ex confidente policial Rafá Zouhier y de Mouhannad Almallah Dabbas. Antonio Alberca, defensor de Zouhier, ha dicho que la "sociedad tiene una deuda" con su cliente en su papel de "leal servidor de la policía", porque "gracias a personas como Rafá, podemos dormir tranquilos". Según el abogado, Zouhier sólo colaboró con la policía y se "fabricaron" pruebas contra él.
Alberca ha presentado a su cliente, para el que el fiscal pide 38.958 años de cárcel, como un "leal servidor, auxiliar de la Policía", sosteniendo en todo momento que lo único que hizo fue colaborar facilitar informaciones, a las que la Guardia Civil no dio la importancia que tenían. El fiscal, en cambio, considera a Zouhier "determinante" para que los islamistas consiguieran los explosivos del 11-M, ya que puso en contacto a los terroristas con los mineros asturianos.
"Se ha tratado de fabricar pruebas para implicarle como sea en estos hechos", ha dicho el letrado al sostener que su cliente no intervino "en ningún momento" entre el ex minero José Emilio Suárez Trashorras y Jamal Ahmidan, El Chino, jefe del comando terrorista. También ha criticado las actuaciones policiales, porque está convencido de que si Zouhier hubiera sabido que iban a ocurrir los atentados y hubiera informado, tampoco se hubieran evitado. "¡Pero si la información que daba no llegaba a ningún sitio!", ha exclamado.
Defensa de Almallah Dabbas
Luego le ha tocado el turno al abogado defensor de Mouhannad Almallah Dabbas, acusado de dar cobertura en su casa a algunos de los autores del atentado. El letrado Jesús Andujar ha negado que su cliente perteneciera a una célula terrorista, destacando que la principal prueba en su contra sus las declaraciones de una antigua pareja sentimental, con la que tiene un hijo, y que se limitó a "confabular contra él por venganza" ya que se trataba de "una mujer despechada". Esta mujer declaró que en su casa se veían vídeos integristas y se celebraban reuniones para preparar la yihad, algo que el abogado ha tachado de "elucubraciones alucinantes".
Andujar ha dicho que "el único delito que ha cometido [su cliente] en este asunto es ser el casero", ya que alojó en su casa de la calle Virgen del Coro a dos de los acusados, Basel Ghalyoun y Fouat El Morabit. La Fiscalía le acusa de pertenencia a banda armada, delito por el que pide 12 años de prisión. Reconociendo que Almallah conocía a varias de las personas acusadas en la causa, se ha limitado a decir que "no podemos negar que tuviera malas amistades", lo cual, según él, no es motivo para incriminarle. Andujar ha dicho que no hay "la más mínima prueba" contra su cliente pese a que fue objeto de amplio seguimiento.
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