Nihilismo palestino
La vi publicada hace pocos días. La fotografía de la agencia AFP no pudo ser más brutal: un grupo de niños, jóvenes y adultos se ensañan con el cuerpo de un militante de Al Fatah que yace desfigurado en un charco de sangre, como un muñeco de trapo, sobre las calles de Gaza tras la toma de los últimos reductos gubernamentales de la capital palestina por las milicias islamistas de Hamás.
Si es impactante ver cómo los propios palestinos humillan el cadáver de un compatriota fallecido en combate, aunque sea "enemigo", sin mostrarle el más mínimo respeto habitual para con los caídos en la lucha, aún lo es más comprobar cómo casi todos los presentes, teléfono móvil en mano, grababan la brutal secuencia con entusiasmo y, casi, delirio.
Desconozco quién es el autor de esta foto, pero pocas veces una imagen me pareció más impactante y poderosa: resume a la perfección, mejor que cualquier sesudo análisis o libro monográfico sobre la cuestión, los sentimientos de un pueblo fratricida que rinde culto a la violencia, ya sea en el Líbano, en Israel o en la propia Palestina. Es la imagen de un pueblo bárbaro, sin esperanza, que busca en el dolor y el sufrimiento su propia identidad, difuminada entre tantas guerras, ideologías, corrupciones, campos de refugiados e injusticias territoriales.
En resumen, Palestina es ya un pueblo perdido en el marasmo de la hstoria. Pobre Palestina. Ojalá este nihilismo autodestructivo y nacionalista pueda, llegado el caso, abrir las puertas de la esperanza y lo que graben estos jóvenes en un futuro deseable no sea un cruento acto de barbarie, sino la izada de su enseña nacional, sin más terror de por medio, en un Estado palestino libre, pacífico e independiente.
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