Los nuevos emigrantes
Estoy totalmente de acuerdo con Juan Antonio Nuevo (Cartas al director, 11 de junio de 2007). Me fui de España hace dos años huyendo de la precariedad laboral y de vivienda que mi país me ofrecía. En estos dos años, siendo la misma persona y con las mismas ganas de trabajar, el Reino Unido me ha dado muchísimas más posibilidades de desarrollo personal y profesional. Desde que llegue aquí (entonces tenía 25 años) vivo independientemente pagando un alquiler más que asequible; mi sueldo es más que suficiente para pagar el alquiler, la comida, las salidas los fines de semana, el coche, viajar al extranjero en mis vacaciones y ahorrar una cantidad considerable cada mes.
Resido en la tercera ciudad más grande del Reino Unido y el alquiler al que antes aludía está en el centro de la ciudad, por lo que vivo a 10 minutos andando de mi trabajo, y no en la periferia como la mayoría de los jóvenes españoles. Me gustaría volver a España, pero las circunstancias en mi país natal son pésimas en comparación con los estándares de calidad de vida aquí, los que considero normales para una persona universitaria con experiencia profesional.
Puede que los datos macro-económicos vayan muy bien en España pero la realidad es que los jóvenes españoles que se quedan en España no tienen las mismas oportunidades de desarrollo personal y profesional que los europeos. Y leyendo a Juan Antonio parece que los que no son tan jóvenes tampoco. Sintiéndolo mucho no creo que vuelva a España; no quiero llegar a los 40 años, trabajando una jornada laboral efectiva de 13,5 horas, vivir esclavizada y en la semimiseria, sin poder viajar y sin poder haber formado una familia.
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