La oferta de las madereras prevé duplicar los árboles de calidad en el monte gallego

La propuesta presentada por la industria maderera gallega a la Xunta prevé aumentar las plantaciones de pino y eucalipto en un 48,5%, pero también propone duplicar la plantación de árboles de calidad para la producción de muebles. La Xunta dice haber "recibido y estudiado" la propuesta y la califica "de una buena solución", siempre y cuando exista inversión privada para aumentar la productividad del monte. Se trata del estudio 'El futuro de la industria forestal en Galicia' firmado por las patronales Fearmaga, Cluster de la Madera y Asociación Monte Industria.

Las fábricas madereras gallegas y la Xunta parecen haber dado con el punto de encuentro para planificar el futuro del bosque gallego. Ambas partes están de acuerdo en no incrementar la superficie dedicada a los árboles: 2 millones de hectáreas, es decir, las dos terceras partes de la superficie de Galicia. También coinciden en duplicar las cifras de productividad: pasar de 7 a 14 millones de toneladas anuales de madera gallega. Y aceptan que el mayor problema de los montes gallegos es su improductividad por abandono: proponen concentración parcelaria para que todos los bosques estén gestionados responsable e industrialmente.

¿Qué les separa? El método para plantar más árboles y las especies de a plantar. Pero tanto las patronales del sector (aserraderos, fábricas de celulosa y madera y dueños de montes) como la Xunta están dispuestas a negociar una salida y a intentar consensuar una solución.

La última propuesta de las industrias forestales gallegas está muy cercana al final de la guerra de especies. Las empresas proponen duplicar su facturación, aumentando en un 100% la madera dedicada a muebles gallegos (árboles de calidad) y en un 48% los árboles dedicados a trituración (celulosa y aglomerado), o sea, eucaliptos y pinos.

"No habrá ningún problema por atraer inversión para gestión, plantaciones y fábricas. Nosotros nos comprometemos a que vendrán 900 millones de euros en inversiones, pero siempre que se garantice que va a haber madera", expone Juan Picos, director general de la Asociación Monte Industria, que reúne a las cinco principales fábricas de madera de Galicia.

Picos explica que el mismo estudio remitido a la Consellería de Medio Rural indica que el consumo de madera en España es la tercera parte de la media europea y uno de los más bajos del mundo, por "lo que todo indica que, quien tenga madera, la venderá: el consumo va a aumentar y además España está importando el 54% de la madera que consume".

"El gran problema del monte gallego es el minifundio, lo mismo que sucede con la agricultura. Si nos dan armas ágiles para concentrar la propiedad y gestionarla productivamente multiplicaremos, por dos, por tres o por cinco el negocio y el empleo", apunta Daniel Villapol, responsable de la mayor concentración parcelaria de bosques, lograda en los montes de Trabada (Lugo).

"Si ese es el modelo, estamos de acuerdo. La Xunta ha puesto mucho dinero en Trabada porque nos parece una solución ejemplar", explica un portavoz de la Consellería de Medio Rural, en la que recae la responsabilidad de la política forestal gallega.

La Xunta admite que el problema de los incendios lo ha nublado todo, "porque para nosotros hay un paso previo a la política forestal y a la ordenación del bosque: acabar con los incendios".

Las negociaciones oficiales entre Xunta y madereras comenzarán en septiembre.