Oliu reorganizará la dirección del Sabadell tras la salida de Nin

El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, quiere aprovechar la marcha del número dos del banco, Juan María Nin, a La Caixa para acometer una reorganización en las funciones de la cúpula directiva. El banquero pretender distribuir las tareas que ostentaba su ex consejero delegado entre varios directivos de la entidad y dejar que el próximo nuevo ejecutivo se encargue, de momento, de la banca comercial, la gran apuesta futura del banco.

Para reemplazar a Nin, Oliu busca un directivo "externo" al Sabadell y piensa en un "perfil más bajo" que el de su antecesor, que no aglutine todas sus atribuciones. Incluso podría no ostentar el cargo de consejero delegado, apuntan las mismas fuentes. En las quinielas aparecen algunos de los nombres que ya barajó La Caixa: Adolf Todó, director general de Caixa Manresa (procedente del banco) o el directivo del BBVA, José Guardiola.

"Si eran buenos para La Caixa, cómo no van a serlo para el Sabadell", señala una fuente cercana al banco, quien apunta también a alguien del entorno y la confianza de José Manuel Lara. El dueño de Planeta es, además de accionista y consejero del banco, amigo personal del presidente del Sabadell.

El comité de dirección está formado por los diez responsables de las direcciones de negocios y corporativas del banco. De ellos, cinco tienen cargo de director general adjunto.

Se tomará su tiempo

Las fuentes consultadas aseguran que Oliu se tomará su tiempo. El presidente del Banco Sabadell está "molesto" por las formas que han rodeado la marcha de Nin. Oliu se siente "disgustado" también con el Departamento de Economía de la Generalitat -supervisor del sistema financiero catalán- y con el Banco de España, por no haberle informado de las intenciones de La Caixa.

Fuentes de la Generalitat admiten que conocían los cambios en la cúpula de La Caixa al menos desde principios de mayo.

Tranquilo por el impacto en la cotización -apenas ha bajado un 2,5% en el último mes-, Oliu tiene que lidiar al mismo tiempo en varios frentes. En primer lugar, se enfrenta a una temida descapitalización del equipo directivo tentado por los cantos de sirena de Nin. En segundo término, tiene que culminar el plan estratégico de la entidad para los tres próximos años, en el que ya ha empezado a trabajar con el objetivo de aumentar la presencia del Sabadell en la banca comercial, que aporta el 40% al beneficio bruto.

Los estrategas del Sabadell están analizando si el aumento de la banca minorista se acomete exprimiendo al máximo los canales que ofrecen las nuevas tecnologías o si modifica el modelo de negocio bancario, lo que conllevaría un aumento de la red de oficinas, formada por 1.200 locales. Esta opción dejaría corto el objetivo del banco de contar con 1.900 oficinas.