Uniones de conveniencia
El PSOE ha pactado con el ex popular Juan Enciso para gobernar la Diputación de Almería
La coherencia ideológica no es una biblia de obligado cumplimiento en la política local y provincial. Los partidos barajan muchos otros factores para forjar los pactos que permiten gobernar los municipios y diputaciones andaluces. Tras las últimas elecciones, la mayoría de estas alianzas ha respetado el guión establecido por las direcciones de los grandes partidos, pero otros pactos forman un nutrido grupo que ha dejado a más de un votante con la boca abierta. ¿Hasta qué punto la gobernabilidad justifica estos pactos?
El catedrático de Derecho Constitucional José Antonio Montilla recuerda que no es posible gobernar frente a la mayoría absoluta, y estima que la clave está en transmitir con claridad las condiciones de estas alianzas a menudo peliagudas. "En un pacto contraideológico que desconcierte a los votantes es importante aclarar las condiciones a la opinión pública. Cuanto más pueda sorprender la decisión tomada, más necesarios serán los detalles". Al margen del inaudito pacto alcanzado ayer entre Izquierda Unida y Falange Auténtica en Ardales (Málaga), un ejemplo destacado de estas uniones de conveniencia ha sido el pacto alcanzado entre el PSOE y el Partido de Almería (PAL), fundado por el polémico alcalde de El Ejido expulsado del PP, Juan Enciso, para gobernar la Diputación de Almería.
"Cuando les interesa no tienen problemas en traicionarse", opina un vecino de El Ejido
"Es importante aclarar estos pactos a la opinión pública", opina el catedrático Montilla
Los socialistas explican que sellaron su pacto para dar "estabilidad" al órgano supramunicipal tras obtener 12 de los 27 diputados, a los que sumarán los dos obtenidos por el PAL cuando se constituya la diputación a mediados de julio, debido a un recurso del PP en Carboneras. Ambos partidos mantenían un pacto soterrado para gobernar la Diputación desde el cisma creado por Enciso en el Partido Popular.
"El PSOE no podía permitir que se quedara sin invertir ni un solo euro. Los ciudadanos quieren que les solucionen los problemas y debemos resaltar la falta de responsabilidad en que incurriríamos al no pactar", apunta el secretario de Política Institucional socialista, Juan Antonio Segura, que cerró el pacto con el presidente en funciones de la Diputación, José Añez. A pesar de las duras críticas dirigidas en el pasado hacia Enciso, debido a sus controvertidas declaraciones durante los trágicos sucesos racistas de El Ejido, el secretario del PSOE en El Ejido, Manuel García Quero, justifica el acuerdo. "Enciso es un populista y los populismos tiene una parte que puede perjudicar, pero en el momento de las valoraciones la cuestión no es ideológica, sino que la gente valora más el bienestar que disfruta" alega.
El responsable del pacto por el PAL, José Añez, defiende el municipalismo como su bandera e ignora las diferencias ideológicas que aún les separa de los socialistas y que le ha permitido forjar una alianza "necesaria" tras su expulsión del PP. "El PSOE ha cambiado a mejor porque se está olvidando de la pura ideología y se ha introducido en ese pragmatismo de la creación de riqueza".
La mayoría de los simpatizantes y votantes del PSOE no comparten ese compromiso de los partidos para garantizar la gobernabilidad de la institución provincial, aunque las opiniones están divididas. "Cuando les interesa no tienen problemas en traicionarse. El pacto me parece fatal", resume José Valdivia, votante socialista de El Ejido. Más comprensivo se muestra el anterior candidato socialista a la alcaldía de la localidad, Gracián Aguilera: "Entiendo las posibles gobernabilidades, pero no la actual política en El Ejido, donde no se ha hecho una política coherente y de izquierdas. Ha habido cuestiones democráticas simples que se podían haber pactado para la salud democrática del municipio", opina. Sin embargo, Antonio Villegas, veterano votante socialista, apoya sin fisuras el pacto con el PAL: "Me parece perfecto que ahora haya buena armonía con Enciso. Se han repartido los cargos y serán sólo acuerdos puntuales", considera.
Más críticos se muestran los votantes del Partido Popular, el gran perjudicado de esta batalla política. "Ya no hay ideales. Los rojos con los azules, los azules con los verdes. Los políticos son unos sinvergüenzas, no tienen ideologías, y al igual que los futbolistas tampoco tienen escrúpulos", opina Ignacio González. "Está bien que legalicen lo que antes tenían escondido", ironiza respecto al pacto. María del Mar, vecina de Almería, también censura el acuerdo: "No me ha extrañado, aunque no todos los políticos son iguales. La gran mayoría no tienen ética ninguna, y con tal de quedarse con el poder son capaces de todo".
El catedrático Montilla estima que este tipo de pactos "son necesarios para llegar a acuerdos en positivo", pero recuerda que pueden restar credibilidad a los partidos frente a su electorado.
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