PSOE y BNG se dividen las áreas en Ourense como en la Xunta

Un bipartito con concejalías blindadas, como pedía el BNG, gestionará el Ayuntamiento de Ourense. El socialista Francisco Rodríguez será investido alcalde en el pleno convocado para esta mañana con el apoyo de sus ocho ediles y los seis del BNG, que respaldará al nuevo gobierno en el pleno de julio y garantiza la estabilidad. El acuerdo deja a los nacionalistas las concejalías paralelas a los departamentos que ostentan en la Xunta.

El BNG ha hecho valer su posición de fuerza en la negociación con el PSOE orensano y finalmente ha conseguido que se aplicaran, con ligeras salvedades, las equivalencias de áreas de gobierno que solicitaba a cambio de garantizar la estabilidad. De esta forma, mientras los socialistas se quedan con la gestión del Urbanismo que reclamaron desde el comienzo, el Bloque asume Infraestructuras y renuncia a Economía, pero se hace cargo de la gestión del casco histórico y de la vivienda pública.

Por otra parte, el PSOE se queda con Bienestar Social, pero cede la parcela de Igualdad, Juventud y Voluntariado a los nacionalistas que, además, se quedan con Turismo, Comercio, Termalismo, Abastos y Mercados.

Los socialistas asumen, además, Medio Ambiente, Educación, Empleo y Recursos Humanos, mientras que el Bloque se queda con las áreas de Cultura y Deporte, Seguridad Ciudadana y Movilidad.

Un exultante Sánchez Vidal daba cuenta ayer del acuerdo -en rueda de prensa conjunta- señalando que se reconocen "totalmente en él" y garantizaba a cambio no ya la investidura del nuevo regidor, sino también la gobernabilidad del Ayuntamiento que su organización llegó a poner en duda en caso de no obtener las áreas que demandaba.

"Estamos satisfechos y felices por la flexibilidad y generosidad" del acuerdo alcanzado, señalaba el inminente teniente de alcalde, destacando que "pese a las dificultades" habían logrado "un acuerdo en un tiempo récord y satisfactorio para las dos partes". "Vamos a votar con absoluta satisfacción" a Francisco Rodríguez como alcalde, señaló Sánchez Vidal.

También se mostró satisfecho el próximo regidor orensano. Francisco Rodríguez destacó que se había negociado "con generosidad y haciendo confluir propuestas" y avanzó las que serán las líneas fundamentales del nuevo gobierno encaminadas a poner a Ourense al día y que centró en "la mejora de los equipamientos urbanos, las infraestructuras, la vivienda, el termalismo, el equilibrio de los barrios, la promoción del empleo y el impulso a los servicios sociales".

En opinión del dirigente socialista, el reparto de las áreas ha sido proporcional "al mandato de los electores, pero buscando la máxima operatividad y eficacia, así como la estabilidad y seguridad". Francisco Rodríguez reconoció además que en el reparto alcanzado se había buscado "la máxima colaboración de las administraciones central y autonómica", teniendo en cuenta los escasos recursos económicos de los que dispondrá la nueva corporación local. Desde mañana, el Ayuntamiento orensano tendrá "un gobierno único con dos personas y un trabajo coordinado correspondiente a las áreas de reparto en la Xunta, lo que garantiza la eficacia" inversora, según especificó el nacionalista.

Los dos grupos tienen un mes de plazo para la distribución de las nuevas áreas en las correspondientes concejalías y para designar a los representantes de las mismas, así como para asignar las dedicaciones exclusivas y la portavocía del gobierno, asuntos que deberán someterse al pleno que se celebrará el próximo mes de julio.