Cuando los ojos se cierran

Hay un momento en que todos los miembros del grupo saben que las cosas están saliendo bien. Cuando Jose Simonet cierra los ojos durante mucho tiempo y son sus dedos sobre las cuerdas de la guitarra los que expresan encima del escenario. Entonces todo lo ensayado se olvida. Fluye la improvisación y gana la música. Es entonces cuando todos los componentes de Kool sienten que todo está funcionando. Porque sus canciones, sus creaciones, fluyen solas. Este joven conjunto gaditano de rock busca su hueco musical con un cóctel de letras sobre sueños posibles, una potente base rítmica y una ilusión desmedida por hacer carrera de su talento.

Ninguno de los cuatro supera los 30 años. Su aventura musical comenzó en 2005 cuando Jose Simonet y Verónica Díaz, amigos de la infancia, decidieron unirse para formar un grupo. Él, guitarrista, ya había probado suerte y había renovado musas en Estados Unidos. Ella, la voz, había desarrollado su particular carrera como cantautora amparada en el calor ofrecido por el café teatro Pay-Pay el lugar que acoge a los que, como Verónica, se dedican en Cádiz a escribir historias que después interpretan. A ellos se unieron Miguel Rodríguez, con su bajo, y Manuel Pantoja, con su batería.

Miguel Rodríguez: "Somos un grupo formado en el escenario"

"Somos un grupo formado en el escenario", explica Rodríguez. Fue en los primeros conciertos, en los primeros contactos con el público, cuando desarrollaron su estilo plasmado en su primer trabajo, Desde el cristal, grabado en estudios gaditanos. "Nuestras canciones nacen de la sensibilidad con la que escribe Verónica y de la emoción con la que compone Jose", resume el bajista. Hay en sus letras llamadas melancólicas a las amistades dejadas atrás, como De pronto, invierno; historias de personas perdidas, como María; y reivindicaciones al optimismo como Sígueme, Días extraños o Buena suerte. "Ofrecemos canciones con una buena base musical", detalla Jose Simonet. "Son letras que hablan sobre muchos temas pero buscamos que sean impersonales para favorecer que todos los que las escuchen se identifiquen", añade. "Hablan de todo y de nada a la vez", agrega Verónica Díaz.

En Kool se mezclan dos estilos: la línea de cantautores melódicos la marcan Verónica Díaz y Miguel Rodríguez. Ambos han desarrollado carreras individuales con sus propias composiciones. De hecho, ella acaba de ser finalista en el concurso nacional de cantautores que se celebró la pasada semana en el café teatro Pay-Pay de Cádiz, donde muchos músicos han encontrado el escenario ideal para citarse con sus sueños. José Simonet y Manuel Pantoja aportan el elemento más rockero.

"Dime qué es lo que me pasa / por qué duermo si no sueño / y si nacimos sin alas / por qué queremos tocar el sol", reza la letra de Días extraños, una de las canciones más apreciadas por el grupo. A pesar de su juventud, los cuatro ya han dado muchos tumbos para saciar sus ganas de triunfar en la música. Kool es para ellos como el encuentro más importante con sus ilusiones, el momento que esperan para saborear lo que es el éxito. "No es que pensemos que ésta es nuestra última oportunidad pero quizás debe ser la definitiva para conocer si podemos conseguir lo que queremos", reconoce Jose Simonet.

Están contentos con el resultado de sus grabaciones. También con la difusión que han conseguido a través de Internet ya que han superado las 10.000 descargas en su página www.myspace.com/kool2006. "Es como nuestra carta de presentación", explica Miguel, "la gente nos escucha en el ordenador y después en los conciertos ya se saben las letras".

Pero su lugar ideal es el directo. Sobre todo si hay un público agradecido. "Cuando ves a alguien que se mueve al ritmo que tú marcas, que tararea e incluso te acompaña esa canción que tú has creado, sientes que has llegado a lo máximo", describe Manuel Pantoja. Son esos momentos en los que, inspirado por la música, Jose Simonet cierra los ojos sobre el escenario y se deja llevar por la guitarra. Los instantes en los que todo lo ensayado se cae y las canciones vuelven a ser nuevas. La oportunidad es la que los cuatros componentes de Kool encuentran respuesta a sus ganas de seguir repartiendo su música cada vez entre más gente.