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Reportaje:

Baño de vida para los legajos de la historia

Restauran 4 millones de documentos de la II Guerra Mundial y del nazismo con tecnología de la Politécnica

Los papeles de la célebre Lista de Schindler sobrevivirán al tiempo. Por lo menos, un siglo más. Cuatro millones de documentos de la II Guerra Mundial y de la Alemania nazi, entre ellos el archivo del industrial Oskar Schindler, están siendo restaurados en Alemania con una tecnología desarrollada por la Universidad Politécnica de Cataluña. Esta técnica elimina, antes de que lo deteriore para siempre, el destructivo ácido que acumula el papel con el paso de los años.

El archivo está gestionado por la Cruz Roja y pertenece al International Tracing Service, servicio de búsqueda internacional que fue creado para ayudar a las víctimas del nazismo a localizar a sus familiares o conocer cuál fue su destino.

El papel fabricado desde 1840 se vuelve ácido, haciéndolo quebradizo y frágil

Este fondo, que se encuentra en la localidad germana de Bad Arolsen, contiene listados de prisioneros, datos de ubicación de las víctimas en los campos de exterminio nazis, inventarios de sus bienes materiales, listas de fusilados. De la digitalización y restauración se encarga PAL Preservation Academy, que tiene la licencia de la tecnología española. Se calcula que tratan 10.000 kilogramos de papel al año.

El proceso químico de conservación lo desarrolló y patentó el profesor de la UPC Rogelio Areal, ya jubilado, que comenzó a investigar con una olla de cocina. Luego lo adquirió la empresa Conservació de Substrats Cel·lulòsics (CSC), con sede en el Campus de la UPC en Terrassa.

El deterioro afecta al papel fabricado a partir de 1840, cuando a las fibras de celulosa procedentes de la madera se incorporaron componentes químicos que provocan que, con el paso de los años, el papel se vuelva ácido, haciéndolo quebradizo y frágil.

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Se considera que la acidez es responsable de casi el 90% de la destrucción de libros y documentos: el 33% de los fondos de los Archivos Nacionales de Reino Unido, más de 50 kilómetros de estanterías, están en avanzado estado de deterioro, según un informe de 2001. En España, el fenómeno también es serio, incluso los Archivos de Salamanca "pueden estar en peligro

y los fondos de varias bibliotecas universitarias ya se dan por perdidos porque están demasiado deteriorados", dice Carles Serrano, responsable comercial de CSC.

Una especie de lavadora gigante permite tratar en la propia biblioteca o archivo hasta 100 kilogramos de documentos, desde pergaminos a mapas, libros con necesidad de desencuadernarlos e incluso colecciones de sellos sin que se alteren las tintas. Una vez hecho el vacío y secado de los documentos, se introduce durante seis horas el reactivo químico, un agente basado en magnesio que neutraliza la acidez y que se reutiliza.

El método incluye la desinfectación del material.

Este proceso de desacidificación sale por 20 euros el kilogramo de papel, 60 veces inferior al de los métodos clásicos (un solo volumen necesita varios días de trabajo, página a página, por un coste de 700 euros). Además de neutralizar los documentos durante al menos un siglo, la reserva alcalina distribuida homogéneamente previene futuros procesos de acidez. Eso sí, el papel quebradizo no dejará de serlo, "pero no lo estará más", dice Carlos Serrano. Este método se ha empleado con éxito en el Archivo Foral de Vizcaya y en la Biblioteca de Berlín, entre otras instituciones. Próximamente tratarán "unos miles de kilogramos" de documentos de la Biblioteca de Cataluña.

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