Baltar confirma que Nóvoa será vicepresidente de la Diputación
Enrique Nóvoa compatibilizará su papel de líder de la oposición en el Ayuntamiento de Ourense con el de vicepresidente primero de la Diputación. El responsable provincial del PP, José Luis Baltar, confirmó ayer en declaraciones a la Radio Galega que le hará finalmente esta propuesta a Nóvoa una vez se consolide, en los próximos días, el pacto entre socialistas y nacionalistas para gobernar la ciudad. El fracaso electoral del PP en el Ayuntamiento de la capital orensana obliga al dirigente provincial a cambiar la estrategia y a posponer, además, el momento de su jubilación que había centrado en esta legislatura antes de que su partido comenzara la cuesta abajo electoral.
Por el momento, el presidente de los populares orensanos zanja las especulaciones sobre su supuesta retirada al frente del partido y de la institución provincial señalando que aunque preferiría ceder el cargo, no lo hará hasta que el PP recupere los gobiernos de Madrid y Galicia. El reforzamiento de Nóvoa, que conllevará su nombramiento como número dos de la Diputación -para, como deja entrever Baltar, hacerse con las riendas cuando él deje el cargo-, es, sin embargo, interpretado en círculos del PP como un intento del presidente provincial de poner freno a las presiones del sector del ex alcalde Manuel Cabezas, que reclama, a la vista de los resultados electorales, la renovación del partido. Las mismas fuentes también lo interpretan como una estrategia de despiste frente al intento aún vigente de situar a su hijo, el parlamentario autonómico y concejal en Esgos, José Manuel Baltar Blanco, como auténtico sucesor.
Control del PSdeG
Pero el bastión de la Diputación que le queda a Baltar estará en esta ocasión fuertemente vigilado por los socialistas, que han conseguido situar a ocho diputados -frente a los seis con que contaban y a los tres del BNG- en la institución provincial. Fuentes de este partido aseguran que en esta ocasión también ellos optarán por modificar la estrategia. Con una Diputación que ha dejado de ser el granero que alimentaba la provincia -tanto en lo que se refiere a la política de personal, como en el reforzamiento de las alcaldías, a través de los planes de obras-, el PSdeG no sentará ya en el pleno provincial a sus alcaldes, a los que la institución no puede darles nada.
Los socialistas están dispuestos a apostar por un nuevo perfil de diputado provincial que les permita hacer "un férreo marcaje" al PP en la única institución en la que este partido, manifiestamente debilitado por las luchas internas, ostenta una parcela de poder. Ni en el PSOE orensano ni en el BNG se da crédito al supuesto reforzamiento de la figura de Nóvoa. En ambas formaciones se considera que una retirada de Baltar en este momento, y su sustitución por un candidato perdedor, supondría la hecatombe para el PP y el allanamiento del camino para la renovación que reclaman los urbanitas.
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