"Ha sido muy divertido"
Récord de espectadores, 112.600, en una carrera de motos en Montmeló el día que Stoner, Rossi y Pedrosa vibran con su cerrada lucha
Sombrilla playera, crema solar, nevera bien provista de bebidas y una gran dosis de resignación. Los seguidores de Dani Pedrosa lo intuyen de antemano: tampoco hoy será el día del español. El calor aprieta y Valentino Rossi sigue estando ahí, con su pole position y miles de aficionados de todas partes que tiñen de amarillo el circuit y le apoyan incondicionalmente. Con sus camisetas, azules algunas, naranja otras, los seguidores de Pedrosa intentan hacerse notar. "Estando Valentino, es muy difícil que Pedrosa pueda ganar. Pero algún día se tendrá que retirar, ¿no?", dice un hincha del catalán. Ésa es la gran esperanza: que Rossi se retire algún día y deje el camino expedito a Pedrosa.
La carrera no ha comenzado, así que nadie parece contar aún con Casey Stoner. Apenas un par de pancartas dan ánimos al australiano. Nadie, excepto Rossi, que ya le ha calado. "A estas alturas del campeonato, ya no me sorprende que Stoner esté delante. Lo hizo al principio, pero ahora ya sé que es un tipo frío, que no tiene miedo y que no se deja llevar por las emociones. Es un rival más duro que [Sete] Gibernau", asegura il dottore, toalla en mano y rojo como un tomate tras cruzar la meta. Acaba de mantener un cerrado duelo con Stoner al que Pedrosa ha asistido como privilegiado espectador.
"Me he divertido de una manera extraña porque los he visto adelantar en sitios poco habituales, no casuales. Pero, mientras ellos luchaban, yo sólo he podido mirar", confiesa el piloto de Honda, cansado de ver durante más de media carrera el trasero de Rossi y Stoner. Tampoco esta vez ha logrado Pedrosa entrar en la pelea, pero se muestra más satisfecho. "Pese a que no estuve en la lucha", apunta, "me siento contento porque he estado todo el tiempo delante". "Aunque no sé si prefiero quedar segundo viéndolos de lejos o tercero estando cerca", bromea.
Con problemas, como Rossi, en las curvas a izquierdas, Pedrosa ha exprimido las de a derechas para recuperar el tiempo perdido y no perderles de vista. "A media carrera, temí que me pasaría lo mismo que en Mugello. Perdía tracción en algunos tramos. Intentaba coger el rebufo para recuperar, pero ellos frenaban bastante tarde y no me daba tiempo", confiesa con el rostro imperturbable. Ni un gesto permite denotar la satisfacción que dice experimentar por la mejoría alcanzada -"hemos mejorado bastante, ahora somos más consistentes"- ni la rabia por no haber podido ofrecer una victoria a su afición. "Me disgusta por los aficionados, que no han dejado de apoyarme. Sólo espero que, en adelante, podamos empezar a disputar carreras y que la moto no esté lista demasiado tarde", concluye.
A su lado, Rossi disfruta de lo lindo contando las batallitas de la carrera, como si el liderato de Stoner no le inquietase. "Ha sido una gran lucha", asegura; "he intentado recuperar terreno en unas partes del circuito, pero en otras perdía mucho tiempo y tenía que inventar algo distinto en cada curva para adelantar". Sus seguidores, en la tribuna principal, se echan las manos a la cabeza cada vez que le ven pasar, superado por Stoner en la recta de meta.
"Él [Stoner] ha hecho una gran carrera y no ha cometido ningún error. A mí me ha sido difícil mantener un ritmo constante porque, como Pedrosa, tenía problemas en las curvas de izquierda", alega Rossi. "Me había guardado una carta para la última vuelta, pero he perdido adherencia y no he podido utilizarla. Esperaba el ataque de Pedrosa, pero no se ha producido. Yo soy el único que adelanta", sentencia. Il dottore está contento. Stoner le aventaja en 14 puntos en la clasificación del Mundial -el australiano acumula 140 y Rossi 126-, pero su Yamaha ha mejorado. "El campeonato será así hasta el final, con los tres luchando por el podio porque somos los más rápidos. Hoy me he divertido, aunque Stoner iba muy rápido y cuesta bastante seguir a la Ducati, que, además, es fácil de manejar", dice el italiano.
Entre Rossi y Pedrosa, Stoner, con su cara de niño, aparece serenamente exultante. "Hemos hecho un trabajo de equipo fantástico, la carrera ha sido muy divertida y yo he disfrutado", relata antes de confesar sus temores: "Creíamos que íbamos a tener los mismos problemas que en Mugello, donde fue un poco decepcionante, pero desde el viernes la moto ha funcionado bien. Estoy muy contento". Motivos no le faltan: es el líder y acaba de derrotar a su ídolo en un pulso cerrado. "Valentino siempre ha sido mi ídolo, así que superarlo aquí ha sido muy bonito y emocionante", revela.
Con la misma resignación con la que habían llegado, los seguidores de Pedrosa se recogen a la espera de Donington Park, el próximo gran premio. Les acompañan los de Rossi, que, esta vez, no han podido celebrar su novena victoria en Montmeló. Entre todos, han sido 112.600 almas, que, como ya sucedió hace algo más de un mes con la fórmula 1, han establecido otro récord de asistencia motociclística. Entonces, 140.700 se congregaron para ver los bólidos.
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