Registrado en Granada el piso de uno de los grapo que mató a una empresaria

La Guardia Civil registró ayer una vivienda en Granada que figuraba en la documentación incautada tras la detención del último comando operativo de los GRAPO el pasado miércoles en Barcelona. La casa era una de las últimas que había ocupado Israel Clemente López, de 36 años, quien está acusado junto con Jorge García Vidal, alias Jomeini, de 37, del asesinato de la empresaria Ana Isabel Herrero, ocurrido la noche del 6 de febrero de 2006 en el garaje de su domicilio de Zaragoza.

Los agentes se incautaron de diversa documentación y material informático en el registro, al que trasladaron esposado a uno de los detenidos esta semana. El presunto miembro del grupo terrorista residía en la vivienda registrada, situada en el número 25 de la céntrica calle Puentezuelas, y que ayer abandonó con una camisa que le cubría el rostro tras tres horas de registro. Los agentes se llevaron tres cajas de cartón de la vivienda.

Los vecinos aseguraron que el supuesto terrorista tenía alrededor de 30 años, utilizaba Víctor como alias, y convivía con su novia sin levantar ningún tipo de sospecha. "Una pareja que apenas se relacionaba, con una vida aparentemente de estudiantes, y de aspecto muy bohemio", aseguró un vecino.

Fuentes del instituto armado consideraron probable que el domicilio fuera un "punto de referencia" para la organización, más que un sitio estable, según informó Efe. El detenido fue trasladado hasta Granada en un helicóptero de la Guardia Civil. El dispositivo de seguridad y la presencia de este aparato hizo sospechar que se estaba desarrollando una nueva operación contra la banda terrorista. La operación, de hecho, continúa abierta.

Las detenciones de Barcelona se produjeron mientras los grapos estaban a punto de celebrar una cita y cuando se encontraban en la calle. La llegada a la reunión del sexto supuesto terrorista precipitó la operación. Los Grupos Revolucionarios Antifascistas Primero de Octubre, según su revista de propaganda, Resistencia, mantienen la vigencia del terrorismo como medio de consecución de sus fines, al tiempo que mantiene una política de apoyo a ETA. Su actividad, no obstante, prácticamente está reducida a los atracos bancarios.