Henin derrota a Ivanovic e iguala los tres títulos seguidos de Seles

A mitad del primer set, Justine Henin leía con gesto reconcentrado un papel en su banquillo. Era la lista que resumía los pasos que debía dar en la final de Roland Garros. Entre líneas, tres palabras destacadas: "Courir, courir, courir". "Correr, correr, correr". Y así, corriendo y pegando, marchando como una centella sobre la pista, la belga logró su cuarto título parisiense, el tercero consecutivo, al vencer en sólo 65 minutos a la serbia Ana Ivanovic (6-1 y 6-2). Con su victoria, impensable mientras sufría frente a los trallazos de Ivanovic al principio, Henin igualó a la estadounidense de origen serbio Mónica Seles (1990, 1991 y 1992) como las únicas ganadoras de tres Roland Garros seguidos.

"¡Es increíble! Cuatro Roland Garros, tres seguidos, dos sin perder un set... Nadie se puede imaginar cuánto quería esta victoria", dijo Henin, que empezó descentrada para acabar imponente: "Me sentía fuerte pese a los nervios del principio".

"Intenté poner a un lado mis emociones y nervios", dijo Ivanovic, de 19 años, "pero perdí un par de puntos que me afectaron. Henin ha sabido aprovechar sus oportunidades. Ésa ha sido la gran diferencia, junto con la experiencia. Ella ha mantenido la sangre fría".

Ivanovic, la nueva estrella, perdió su primera final grande. Reconoció su "frustración" por no jugar mejor ante 15.000 espectadores: "Si hubiera controlado mis emociones, todo habría sido diferente". Y luego, con una sonrisa, felicitó a Henin, tenista dura y solitaria. La campeona triste.