José Martín Recuerda, uno de los grandes dramaturgos del siglo XX

El dramaturgo granadino José Martín Recuerda falleció el pasado 8 de junio en la localidad granadina de Motril, junto al mar que tanto amaba y hacia el que emigró hace 10 años. Tras una larga enfermedad que lo mantuvo ingresado los últimos días de su vida en el hospital de Santa Ana, Martín Recuerda dijo adiós al mundo sereno, rodeado de los suyos y con la satisfacción de saberse uno de los personajes más queridos por su ciudad, Granada, que le concedió su medalla de oro en 1993.

El último homenaje que recibió el maestro, heredero del teatro de Valle-Inclán y de Lorca, fue precisamente el pasado día 5 en el lugar de nacimiento del segundo, Fuente Vaqueros, donde se inauguró una exposición titulada Lorca: teatro en el tiempo. De Federico García Lorca a José Martín Recuerda. No pudo estar presente ya en el homenaje, donde le fue otorgada la insignia del Pozo de Oro, lo que los organizadores achacaron a una caída, si bien ya se intuía un fatal desenlace por la grave enfermedad que padecía desde hace años y que se había complicado en las últimas semanas.

Aunque las biografías de Martín Recuerda señalan que nació en Granada en 1926, lo cierto es que su verdadera fecha de nacimiento podría remontarse algunos años más atrás, y que fue un error en el registro lo que propició este equívoco. Nacido en el seno de una familia humilde, de joven ayudaba a su padre en un puesto que regentaba en la plaza de la Romanilla, junto a la catedral, lo que le mantuvo en permanente contacto con el pueblo, sin renunciar nunca, a pesar del reconocimiento y de los galardones, a permanecer junto a la gente más común, al pueblo al que amaba y que le correspondía.

No siempre fue así, no fueron pocos quienes no se sentían nada cómodos con esta actitud tan humana del escritor, lo que le ocasionó diversos enemigos en el oficialismo literario y en la crítica en un tiempo difícil en los que tener algún enemigo suponía estar en peligro.

Tras licenciarse en Filosofía y Letras por la Universidad de Granada, en la década de los años cincuenta, José Martín Recuerda fundó el Teatro Español Universitario, que pasó a dirigir, convirtiéndolo en un instrumento estable capaz de sobrevivir a las dificultades sociales, políticas y humanas, gracias al cual la ciudad encontró una pequeña pero efectiva vía de escape a sus permanentes angustias. Después llegaría el estreno de sus primeras obras, la mayoría de ellas también en Granada (La llanura, Los Átridas, El payaso...). No tardó Martín Recuerda en ser reconocido en todo el país, logrando en 1958 el prestigioso Premio Lope de Vega por su obra El teatrito de Don Ramón. El galardón volvió a recaer en una obra suya en 1975, concretamente en El engañao.

En 1966, convertido en un autor consagrado gracias al estreno de Las salvajes en Puente San Gil, que fue llevada al cine, comenzó un exilio voluntario primero en París, donde trabajó en la Sorbona, y después en Estados Unidos, donde continuó su labor docente. De regreso a España, se hizo cargo de la cátedra de teatro Juan de la Encina de la Universidad de Salamanca.

De su importancia como dramaturgo queda sobrada constancia sólo con repasar su bibliografía, con constantes publicaciones en sellos editoriales de la importancia de Aguilar, Cátedra o Plaza y Janés. Además, se cuentan por miles los artículos sobre su obra publicados por especialistas, al igual que las entradas en Internet.

En opinión de Ángel Cobos, editor de sus obras completas, Martín Recuerda "nació dramaturgo". El pasado viernes murió un dramaturgo, uno de los más importantes dramaturgos españoles de su tiempo, pero sobre todo una persona generosa, comprometida y cercana.

Tras ser velado en Motril, su cuerpo sin vida recibió ayer sábado sepultura en el cementerio de Salobreña, cerca del mar, en la localidad granadina en la que Martín Recuerda ha vivido los últimos 10 años.