Los brigadistas amenazan a la Xunta con una huelga

"Seguiremos con las movilizaciones hasta el día 14, porque el 15 de junio empieza la campaña contraincendios de verano, y a partir de ahí, nos reuniremos en Silleda y veremos qué nuevas medidas tomamos. Si la Xunta sigue sin querer hablar con nosotros, si es necesario iremos a la huelga cuando haga más calor". Emilio Doforno, coordinador de Administración Autonómica en Comisiones Obreras, anunció ayer "acciones contundentes" si la Consellería de Medio Rural mantiene su actitud "intransigente, prepotente e incompetente" y no median en el conflicto "responsables de la Xunta de más alto nivel".

Por cuarto jueves consecutivo, cerca de 300 trabajadores (personal laboral fijo) del Servizo de Defensa contra Incendios Forestais, protestaron en Santiago delante de la Dirección Xeral de Montes, en San Lázaro, y ante la sede principal de la Consellería de Medio Rural, en San Caetano. Después de guardar un minuto de silencio por los dos agentes forestales del Ayuntamiento de Cervantes muertos el miércoles en accidente de tráfico, los brigadistas se manifestaron cortando el tráfico, lanzando petardos, botes de humo y huevos, y quemando contenedores y monos ignífugos en plena vía de acceso a la ciudad.

Los brigadistas quemaron sus trajes para demostrar que los equipos de la Xunta no son ignífugos, "sobre todo, tras el primer lavado". Pero un material de trabajo homologado es la menor de las reivindicaciones que plantean a Medio Rural desde hace 18 meses.

Los 1.420 brigadistas cobran menos de mil euros brutos, no perciben complementos por nocturnidad, festivos y domingos, hacen turnos de hasta 48 horas ininterrumpidas, no disponen de ninguna instalación para ducharse "ni lavarse las manos" y trabajan en una constante incertidumbre de espacio y tiempo. "Lo peor", protesta Doforno, "es que nunca sabes ni dónde ni cuánto te va a tocar trabajar cada día. Y de repente te dicen 'hoy empiezas tus vacaciones', sin darte posibilidad de planificar tu vida".

Además, pesa sobre ellos la amenaza de la privatización. Los trabajadores temen que Medio Rural delegue cada vez más tareas en la empresa Seagasa para terminar traspasando el personal y depurar de las cuadrillas a brigadistas con experiencia de 15 años. "A los que el conselleiro Suárez Canal", según CC OO, "dijo que había que echar por borrachos, maleantes y enchufados del PP".