Dos ladrones encierran a cuatro empleados en la cámara de un banco
Los trabajadores permanecieron cinco horas recluidos hasta que intervinieron los GEO
El Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la policía liberó ayer a cuatro empleados de la sucursal del Deutsche Bank en el centro de León, que habían sido encerrados en la cámara de seguridad del banco por dos atracadores. Cuando los agentes liberaron a los trabajadores, tras cinco horas de cautiverio, comprobaron que los ladrones habían huido. La pareja de atracadores consiguió llevarse cierta cantidad de dinero, aunque se desconoce el botín.
Según confirmó el subdelegado del Gobierno en León, Francisco Álvarez, la pareja de atracadores huyó con cierta cantidad de dinero, aunque se desconoce todavía a cuánto asciende el botín.
Durante varias horas los agentes creyeron que los atracadores permanecían dentro de la oficina. La policía pensaba que mantenían a varios rehenes con ellos, por lo que, inicialmente, temió que la situación fuera a peor. Fueron los propios empleados del banco, una vez liberados, los que explicaron a la policía que los atracadores eran dos y que fueron ellos los que les encerraron en la cámara de seguridad, donde permanecieron desde las 14.30 hasta las 19.30.
Los trabajadores recluidos explicaron una vez liberados que no pudieron comunicarse con las fuerzas de seguridad durante su cautiverio porque los ladrones les habían sustraído los teléfonos móviles antes de obligarles a entrar en la cámara acorazada con puerta blindada que tiene la oficina bancaria.
Recuperados del susto, los cuatro se encontraban bien. "Tienen buen humor y buen aspecto", aseguró el subdelegado del Gobierno. Sus familiares vivieron con angustia el encierro y algunos de ellos tuvieron que recibir asistencia psicológica.
La policía había sido alertada por los trabajadores de la empresa de seguridad Prosegur, que iban a hacer un servicio en la entidad bancaria en su furgón blindado como cada día. Tras llamar durante varios minutos a la puerta del banco sin obtener respuesta, se extrañaron y decidieron llamar a las fuerzas de seguridad.
A partir de ese momento, los agentes iniciaron un sigiloso plan para entrar en el banco de una forma discreta. Ante la falta de comunicación con el interior, hacia las siete de la tarde se presentaron los agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la policía (con base en Guadalajara) para proceder a entrar en la oficina, sin saber cuántos atracadores podrían encontrarse en la entidad y tampoco cuántos rehenes.
La sucursal de Deutsche Bank es una oficina antigua, cuyo sistema de vigilancia de vídeo funciona con señal analógica por lo que a los efectivos policiales les resultaba imposible visionar la grabación de lo ocurrido en el momento del atraco. Una vez dentro, comprobaron que los atracadores se habían dado a la fuga.
Jesús María López Uribe, familiar de uno de los retenidos, aseguró que tras el estado inicial de nervios, se fueron tranquilizando a medida que contemplaban la posibilidad de que en el interior del banco sólo quedaran sus familiares y ningún atracador.
El centro de León estuvo colapsado durante toda la tarde ya que la oficina bancaria está ubicada en pleno corazón de la ciudad, en la avenida de Gran Vía de San Marcos, que permaneció acordonada en un tramo de unos 300 metros. La policía tuvo que ampliar el cordón de seguridad en torno al banco en dos ocasiones, para retirar del lugar a los centenares de curiosos que se acercaron a la zona.
El subdelegado del Gobierno precisó que la operación llevada a cabo por las Unidades de Intervención Policial se realizó "para garantizar la seguridad de todos". Ahora, la Policía Judicial abrirá una investigación para aclarar lo ocurrido y tratar de localizar a los dos atracadores.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.