El Parlamento, clave para reformar el pacto antiterrorista
"La responsabilidad de romper el alto el fuego es responsabilidad de ETA. Pero los electores saben que José Luis Rodríguez Zapatero tenía las manos en parte atadas por el rechazo de Mariano Rajoy a apoyarle y pedir en cambio la rendición incondicional de ETA", razona en su edición digital el semanario británico The Economist, para quien es importante reformar la alianza anti-ETA incluyendo en ella "al poderoso, pero moderado PNV". Al tiempo, sostiene que "los electores no apoyarán a un PP que busque obtener capital político de la violencia que probablemente tenga ahora lugar".
¿Cómo "reformar", pues, el Pacto Antiterrorista? El método es casi tan importante como el contenido. Y el método es éste: que el epicentro del nuevo pacto sea el Parlamento. En otras palabras, que se abra un periodo de consultas con todos los partidos, cuyo punto de partida será la reunión estelar Zapatero-Rajoy prevista para el lunes próximo. Que, como ha hecho saber el presidente del Congreso, Manuel Marín, a todos los grupos se reduzca a cero el protagonismo de ETA en las tres próximas sesiones de control al Gobierno, y que el debate sobre el estado de la nación, a primeros de julio, sirva, dos años después de lanzar el final dialogado de la violencia, para sellar el nuevo pacto.
Los expertos en lucha antiterrorista siguen estos días preguntándose por el calendario elegido para romper formalmente la tregua. La banda rompió el alto el fuego materialmente el 30-D y, a juzgar por los hechos, se dio un plazo hasta de después de las elecciones municipales y autonómicas del 27-M para formalizar la "suspensión".
No tuvo peso en su elección del momento la situación de Iñaki de Juana Chaos, que sería trasladado a su domicilio para cumplir allí en régimen de prisión atenuada los meses que le quedan de su condena por amenazas en dos artículos. Tampoco tuvo importancia el recurso de Arnaldo Otegi ante el Tribunal Supremo contra una sentencia de 15 meses de prisión. Y menos todavía consideró el hecho de que los candidatos de Acción Nacionalista Vasca (ANV) todavía no hayan tomado posesión allí donde sus votos les permiten gobernar.
Algunos de esos especialistas aventuran que sí, que tuvieron en cuenta estos aspectos y que, en definitiva, ETA optó sencillamente por tener un impacto más fuerte y prolongado en los medios de comunicación. "Por supuesto que conocen tanto la situación de De Juana como la de Otegi. Pero les interesan ambas circunstancias para utilizarlas en su propaganda política y no tanto por su desenlace puntual. Saben que tienen garantizada la repercusión mediática durante días, semanas y meses", dijo uno de esos expertos.
Hay que saber que la situación de De Juana se repetirá en poco tiempo ya que reiniciará su huelga de hambre. Pero ya será en tiempos de guerra.
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