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Un sector del PP de Ourense dimite para pedir más democracia

Los fieles al ex alcalde Cabezas desafían el liderazgo de Baltar

El PP orensano ha escenificado la crisis. La junta del distrito primero de la ciudad, el centro de la capital, presidida por el ex alcalde Manuel Cabezas, celebró ayer una reunión en un ambiente de ruptura declarada con el presidente provincial, José Luis Baltar. La asamblea se zanjó con la renuncia de la actual directiva "para que se abran ventanas, se convoquen asambleas y se vote", declaró el secretario saliente, Elier Ojea.

Elier Ojea recordó que todo lo que solicita el sector que presentó la dimisión son "cosas normales en un partido". El fracasado candidato del PP y alcalde en funciones, Enrique Nóvoa, la persona de confianza de Baltar en la ciudad, pasa a hacerse cargo de la junta pese a asumir, en esa misma asamblea, la responsabilidad de la derrota electoral.

"En Ourense ni hay partido ni nada que se le parezca". Con esta declaración, uno de los representantes del sector de Cabezas en el distrito primero de la capital explicaba ayer la decisión de los urbanitas de retirarse de la dirección de esta agrupación tras poner de manifiesto en la asamblea que no son verídicos los datos aportados por el presidente provincial cuando les acusó de haber obtenido malos resultados en las elecciones del 27-M.

Pero los fieles a Cabezas no abandonan; sólo se ponen a un lado. "Queremos ser ajenos a este proceso de recomposición del partido [el emprendido por Baltar] que no nos parece limpio", señalan. Con las elecciones generales en la puerta, los urbanitas han preferido retirarse de una junta de distrito -que José Luis Baltar controlará a través de Nóvoa- para no darle pie a colocar una gestora y cambiar los estatutos y, también, para ponerse a salvo de una posible derrota del partido en las urnas. "Vamos a seguir siendo una voz crítica", señalan asegurando que continuarán "diciendo las verdades que Núñez Feijóo no quiere oír pero que le llevarán derrota tras derrota en las elecciones siguientes".

Cabezas y su secretario en la agrupación, Elier Ojea, presentaron a la asamblea los datos del voto en su distrito anunciando que habían cumplido "sobradamente" la misión que les encomendó Nóvoa cuando accedió a encabezar la candidatura del PP. "No sólo le conseguimos los mejores resultados del partido en la ciudad, sino que le hicimos el programa electoral y, además, nos empleamos en la campaña organizándole cenas, encuentros y todo lo que pidió", señala Ojea.

Pero los resultados electorales no son más que el pretexto para la crisis. Esta junta de zona aglutina al sector opuesto al modelo de gestión de Baltar, y siempre ha reivindicado la democratización del partido, que en Ourense mantiene una estructura singular: es la única provincia de Galicia en la que el PP carece de junta local. Ni siquiera la recomendación de Fraga llegó para que Baltar accediera a constituirla.

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Sin junta local, el presidente provincial pudo mantener al entonces alcalde fuera de la ejecutiva provincial -de la que sería miembro nato- y concentrar en sus manos el poder manteniendo a raya a los críticos. Cabezas ha aprovechado el primer momento de debilidad de Baltar para desmarcarse de su modelo y poder postularse como alternativa.

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