La Bolsa china cae un 8% por las medidas del Gobierno para frenar la especulación

La Bolsa china sufrió ayer uno de los mayores descalabros de la última década, con una caída del 8,3% en Shanghai -el principal parqué-, tras las medidas aprobadas por el Gobierno para frenar la especulación. Las autoridades chinas triplicaron la semana pasada los impuestos sobre la transmisión de acciones, y el miedo a nuevas subidas fiscales desató ayer una oleada de ventas en Bolsa. Pese a que apenas hubo efecto contagio en los mercados internacionales, el Fondo Monetario Internacional (FMI) se apresuró a afirmar que la situación no implica riesgos para la economía mundial.

La Bolsa china vivió ayer su particular lunes negro. El principal mercado, Shanghai, cerró con un desplome del 8,3%, muy cerca de la mayor caída del año, del 9,7%, registrada a finales de febrero. El desplome confirma el pesimismo de los bancos de inversión internacionales, e incluso del ex presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan, que hace unas semanas auguró una "corrección drástica" de la Bolsa china.

Tras una inacabable sucesión de máximos históricos, el mercado bursátil chino tocó techo la semana pasada. Ante la oleada de compras -que ha llevado a las clases medias a hipotecar sus casas y pedir créditos para invertir en Bolsa-, las autoridades chinas combatieron el riesgo de burbuja financiera con una subida del impuesto de transmisión de acciones, anunciada el pasado miércoles. Ese día la Bolsa sufrió una primera conmoción, con una caída del 6,7%, pero apenas hubo más recortes. Hasta que ayer la posibilidad de que el Ejecutivo chino apruebe nuevas subidas fiscales desató una fiebre vendedora y provocó un nuevo retroceso, que de un plumazo supuso una pérdida de valor de mercado de 253.000 millones de euros.

En un intento por restablecer la confianza, el Gobierno chino trató de tranquilizar a los inversores con editoriales en los diarios oficiales, asegurando que el panorama a medio y largo plazo es positivo y que la subida fiscal sólo va dirigida a los especuladores.

Frente a las expectativas del Gobierno, los analistas auguran nuevas caídas, a pesar del 15% de bajada que acumula Shanghai desde los niveles alcanzados hace sólo una semana. Un informe de Citigroup prevé un retroceso de hasta un 30% desde esos máximos. "La sensación de pánico se extendió ayer rápidamente, pero la caída es normal, dado que el mercado ha subido tanto", explicó Wang Jing, de Everbright Securities. Shanghai acumula todavía una revalorización del 37,2% en lo que va de año. En 2006, la subida fue del 130%.

El FMI asegura que el riesgo de contagio financiero es limitado. "No hay razones para pensar que la caída de la Bolsa china implique una perturbación para la economía mundial", explicó ayer el número dos del FMI, John Lipsky, en Budapest. Al margen de China, los principales parqués asiáticos cerraron con subidas, excepto en India y Vietnam.