Villa: "Por fin vamos a estar clasificados donde nos corresponde"

El triunfo sobre Letonia, previsible, trabajado, soso y más complicado de lo previsto, ha armado de valor a los jugadores de Luis Aragonés, quienes, más allá de los tópicos habituales, todos relacionados con la prudencia, se ven en la próxima Eurocopa. Y los que no llegan a tanto se ven, al menos, colocados en el liderato del grupo el próximo miércoles, cuando resuelvan el trámite ante Liechtenstein. Las sonrisas de los jugadores tras el triunfo en Riga así lo certificaban y fue Villa quien se encargó de traducir en palabras el pensamiento del grupo: "Por fin vamos a situarnos donde nos corresponde en la clasificación".

A Luis le salen las cuentas y, por lo visto, a sus futbolistas también. Incluso aunque la UEFA diera vencedora a Suecia en su duelo con Dinamarca, suspendido cuando faltaban pocos minutos por un intento de agresión al árbitro, el seleccionador cree que el triunfo en Liechtenstein asegura a España la clasificación. Y lo hace, según él, porque no es imposible que Islandia sorprenda el miércoles a Suecia y, sobre todo, porque tanto la selección nórdica como Irlanda del Norte, actual líder del grupo, tienen que visitar España. Respecto al choque suspendido en Copenhague, Luis optó por la chanza. "Lo que nos interesa", dijo sonriendo, "es que el partido se reanude y Suecia falle el penalti".

El caso es que España abandonó Riga con la satisfacción del deber cumplido y convencida de que el fracaso ante Irlanda del Norte queda definitivamente enterrado. En Liechtenstein, Luis dará la manija a Cesc en vez de al sancionado Xavi y contará desde el inicio con Silva y Joaquín. Precisamente, Joaquín coincidió con sus compañeros en que la victoria en Letonia era "imprescindible", aunque reconoció que el partido "no fue brillante". Su compañero Albelda fue un poco más lejos y calificó el encuentro de "feo". La culpa la tuvo, según ellos, la táctica defensiva letona, con "nueve jugadores atrás", en palabras de Luis. Ello le valió a Iniesta para asegurar que este tipo de partidos "no valen para ver espectáculo". El de Liechtenstein, por supuesto, tampoco.