Viento huracanado en Iberdrola
La cotización de Iberenova aumenta su liderazgo eólico y diluye el peso de accionistas como ACS
Vientos encontrados. Iberdrola, que acaba de adquirir Scottish Power (17.000 millones de inversión), va a colocar en Bolsa un 20% de Iberenova, su filial de renovables, que puede situarse entre las diez primeras sociedades del Ibex 35 por capitalización. Su presidente dice que busca financiación para seguir expandiéndose en estos negocios, pero también diluye con estas operaciones que requieren ampliación de capital la participación de algunos socios, como ACS.
El anuncio de la operación corporativa no ha evitado la entrada en el capital de Iberdrola de Albert Frère, vinculado a los grupos Suez y Total
La filial, según estimaciones hechas por JP Morgan con la nueva norma española de renovables, puede alcanzar un valor de 21.000 millones
Ignacio Sánchez Galán, tras sorprender al mercado, a sus competidores y hasta alguno de sus socios más relevantes, con la rápida y amigable adquisición e incorporación a Iberdrola de la eléctrica británica Scottish Power (17.100 millones de inversión), que le ha convertido en líder mundial destacado en el negocio de energía eólica, vuelve a desplegar las velas del grupo que preside y lanza un nuevo órdago a propios -a quienes desde dentro de la compañía critican sotto voce sus modos y su desmedida autonomía respecto a los mayores propietarios de la empresa- y extraños -Acciona, Enel, Gas Natural...- con el anuncio de la próxima colocación en Bolsa de sus activos de energía renovable.
Su plan es colocar en el parqué hasta un 20% de Iberenova, la división de energías renovables, con el fin de obtener recursos para financiar el ambicioso plan de desarrollo en generación eólica. Previamente, la compañía va a reorganizar la citada área de negocio con el objetivo de incorporar a la filial la totalidad de sociedades de Iberdrola y Scottish Power del sector de energías limpias. Una vez concluida tal reorganización, la eléctrica tiene previsto realizar una Oferta Pública de Suscripción en el último trimestre del presente año a través de una ampliación de capital de la citada Iberenova.
La eléctrica y su primer ejecutivo, con esta salida a Bolsa, porfían en una doble estrategia: obtener recursos para seguir inflando las velas de la expansión del grupo, que es ya la primera eléctrica española por rentabilidad y valor bursátil, y desactivar y desincentivar con nuevas operaciones corporativas la oposición que le ha surgido puertas adentro (la compra de Scottish Power diluyó una parte importante de las participaciones) y entorpecer la entrada de grupos internacionales en su capital.
Anticipar la jugada
Cautelas que no han impedido sin embargo el desembarco, desvelado este miércoles, del empresario belga Albert Frère, vinculado a los grupos energéticos Suez y Total, que ha invertido 2.210 millones y se ha hecho con el 5% del capital de Iberdrola.
Una operación que despertó de inmediato todo tipo de elucubraciones sobre posibles pactos del recién llegado con otros accionistas y con terceros para hacerse con el control de la eléctrica o impedirlo. Tanto ACS como Iberdrola, a requerimiento de la CNMV, negaron la mayor: la existencia de pactos con Frère. Las acciones de ambas compañías, entre tanto, se dispararon en Bolsa. La colocación de Iberenova en Bolsa supone además adelantarse a Acciona, que ha pactado con Enel quedarse con las renovables de Endesa cuando culmine su OPA conjunta sobre la misma, y que tiene la intención de integrar esos activos con los suyos y sacarlos a cotizar. "Quien da primero, da dos veces", dicen en Iberdrola. Razones todas ellas que llevaron a los gestores de Iberdrola a acelerar sus planes sobre Iberenova y a no esperar incluso para su anuncio a la aprobación por el Gobierno del nuevo marco normativo para las energías renovables en España, pese a que la revisión a la baja de las primas a la energía eólica en los distintos borradores a estudio durante los últimos meses puso en pie de guerra contra la Administración a empresarios y patronales del sector. Los ejecutivos de Iberdrola, no obstante, debían conocer ya parte del contenido del decreto al que el Gobierno dio luz verde 72 horas después. De hecho, en una posterior conferencia con analistas, el director de Energías Renovables, Xavier Viteri, señaló que la nueva normativa (véase información gráfica adjunta) les va a permitir "mantener el plan de inversiones en España y obtener el retorno previsto" en el Plan Estratégico. Carlos Sallé, director de Regulación de Iberdrola, agrega que los dictámenes de la Comisión Nacional de la Energía y del Consejo de Estado han consolidado una serie de garantías jurídicas para los operadores ante futuras revisiones retributivas. Se ha logrado, por tanto, "el marco estable que reivindicábamos para estas inversiones". La división de renovables de Iberdrola es líder mundial del sector en potencia instalada y en proyectos en cartera (véase información gráfica adjunta). Cuenta además con un acuerdo con Gamesa, fabricante participado por Iberdrola, que le garantiza el suministro de aerogeneradores para la instalación en sus nuevos parques eólicos y para renovar la maquinaria en los que ya opera. En estos momentos, tras el nuevo impulso a este tipo de energías en EE UU y Europa, la demanda de estos aparatos supera a la oferta y hay serias dificultades de suministro. Iberdrola, según las primeras estimaciones de la banca de negocios (Citigroup, BBVA, Dresdner, Chevreux, Goldman Sachs y Fortis, entre otros), podría ingresar entre 2.100 y 4.000 millones de euros con la colocación en Bolsa del 20% de Iberenova. Esta filial, según estas fuentes, tiene un valor de empresa, deuda incluida, de entre 16.000 y 22.500 millones, por lo que su capitalización bursátil dependerá del porcentaje de deuda que la matriz saque de su balance para incluirlo en el de la nueva compañía. Así, Iberdrola tendrá que elegir entre obtener más recursos con la Oferta Pública de Suscripción (OPS) o aligerar sus cargas. En cualquier caso, y con este abanico de valoraciones, Iberenova se puede situar entre las 10 primeras empresas del Ibex 35 por capitalización, por delante de Unión Fenosa y tambiénde su actual primer accionista, ACS. Primas y precedentes
Los analistas, una vez conocida la nueva normativa española de renovables, están revisando al alza sus primeras estimaciones sobre Iberenova. Así, JP Morgan tras aplicar nuevas hipótesis a las retribuciones medias por tarifa y en el mercado y a las tasas internas de retorno de las inversiones (TIR). Estima en concreto, en la opción mercado, una TIR media del 11,8% y un múltiplo implícito final del 1,787 millones de euros por megavatio. Estimaciones que extrapoladas sitúan el valor de la filial de Iberdrola por encima de los 21.000 millones de euros.
Citigroup valora el negocio en 16.700 millones. Cree que la salida a Bolsa puede llevar a recalificación del valor por una mayor visibilidad y por el interés que despiertan las energías renovables entre los inversores. Aunque la valoración de empresa de Iberenova puede alcanzar los 20.000 millones, según Citigroup, si se toman como referencia los ratios de su competidora francesa EDF Nouvelles, la filial de EDF de energías renovables que cotiza desde hace unos meses.
Órdago con doble objetivo en EE UU
EE UU y las renovables se han convertido en prioridad para Iberdrola. Su presidente, en unas recientes declaraciones a Financial Times, explicó que este país "aunque no firmó el Protocolo de Kioto, "está demostrando un fuerte compromiso" con estas energías "y que algunos de sus Estados se han marcado objetivos de reducción de emisiones de CO2 mayores que los de Kioto".
Sánchez Galán, que hizo estas declaraciones 15 días después de adquirir la eólica CPV Winda Ventures, de Maryland, adelantó que estaba dispuesto a estudiar la compra de otras energéticas en EE UU siempre que puedan integrarse verticalmente en Iberdrola y encaje en su estrategia.
En la última semana, plena de rumores interesados, se da por descontado que a mediados de mes Sánchez Galán anunciará la compra de otra eólica en EE UU, con lo que afianzará su presencia en el país, donde cuenta también con los activos de Scottish Power y con los de MREC Partnwer (Iowa) y los de Community Energy (Pensilvania) adquiridos en 2006. Al tiempo que volverá a diluir con la compra el peso en el capital de Iberdrola de sus mayores accionistas y a dificultar posibles operaciones para un cambio de control.
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