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Reportaje:

Desintoxicarse entre amigos

Proliferan las clínicas en las que los famosos se reúnen para dejar las drogas y el alcohol

La enésima celebridad del mundo del tabloide ha dado esta semana con sus huesos en una lujosa clínica de desintoxicación. Lindsay Lohan, la actriz que de adolescente protagonizó grandes hitos del cine de palomitas como Freaky friday, y que en los últimos años ha tratado sin demasiado éxito de combinar su trabajo con su agitada vida nocturna, entró el lunes en el centro de rehabilitación Promises, por donde también pasó Britney Spears. Parece una nueva moda: los famosos hacen trastadas como cualquier hijo de vecino y para lavar su imagen pública se toman unas seudovacaciones en centros de rehabilitación de lujo donde la factura mínima asciende a unos 20.000 dólares (unos 14.870 euros) por 30 días de tratamiento.

Lohan había estampado su coche en un árbol en Los Ángeles dos días antes. Además, los paparazzi la habían convertido en portada de los tabloides el pasado lunes al cazarla durmiendo en su coche de madrugada tras una juerga. El jueves su padre confesaba que su hija estaba enganchada al alcohol y a los relajantes musculares, las dos adicciones más letales de EE UU, donde 26 millones de personas usan ambas drogas.

La cantante Britney Spears entró en Promises tras tatuarse y raparse el pelo. El alcohol, se dijo entonces, era la causa de esa locura. Un año antes el actor Mel Gibson, tras ser arrestado por conducir borracho, lanzaba una perorata antisionista y para la que no encontró mejor disculpa que su adicción a la bebida, solventada a golpe de talonario también en Promises.

En la mayoría de los centros se sigue el método de los doce pasos, el mismo que utiliza Alcohólicos Anónimos. Los porcentajes de recaídas no se suelen hacer públicos pero aunque sean altos no importa: como ocurre con las discotecas, los nombres de los famosos contribuyen a subir el caché.

Lindsay Lohan, Mel Gibson y Britney Spears. Los tres han seguido tratamiento en Promises.
 
/ AP / REUTERS
Lindsay Lohan, Mel Gibson y Britney Spears. Los tres han seguido tratamiento en Promises. / AP / REUTERSAP

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