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La exposición Nuevos Horizontes trae a Vigo a jóvenes valores del arte francés

La muestra se podrá visitar en el Museo de Arte Contemporáneo hasta septiembre

Fotografías, instalaciones, vídeos, pinturas, dibujos y maquetas de una veintena de artistas franceses forman la muestra Nuevos Horizontes, que se abrió ayer en el Museo de Arte Contemporáneo de Vigo. Aunque sus formas de expresión son muy diferentes entre sí, la mayoría tiene en común su interés por cuestiones candentes en el panorama social, político y cultural de la Francia actual. Uno de los objetivos de la muestra es dar a conocer a artistas galos poco conocidos que no forman un grupo homogéneo, pero con preocupaciones y temáticas comunes.

"Me interesa el arte que provoca y hace preguntas que nos resultan algo molestas. En la selección de artistas hay algunos que se ocupan de cuestiones sociales políticas y hasta religiosas que están muy pegadas a lo que preocupan al ciudadano normal", señala la comisaria de la exposición del Marco, Hilde Teerlinck.

La mayoría de los artistas presentes en esta muestra rondan los 40 años y tienen en común ser una generación marcada por la irrupción de las nuevas tecnologías. Esta influencia se nota especialmente en las obras de artistas como Fabien Rigobert, Julien Discrit, Laurent Grasso y Martín Le Chevallier, que embarcan al espectador en viajes por mundos virtuales en los que la ciencia se encuentra con la ficción.

Las obras de Katia Bourdarel, Amandine Sacquin, Virginie Barré y Corinne Marchetti transportan al espectador a un peculiar país de las maravillas, una reconstrucción surrealista de sueños e imaginería adolescente mezclados con referencias al cómic y al arte pop. Bourdarel, por ejemplo, presenta una de las piezas más espectaculares de la exposición. Se trata de una instalación en la que se recrea un castillo gótico, que consigue reproducir el desasosiego que caracteriza a algunos cuentos para niños.

Por su parte, Bruno Serralongue se basa en estrategias similares a las del fotoperiodismo y Elodie Huet utiliza el vídeo para realizar un agudo análisis de la existencia cotidiana. La pieza de Serralongue consiste en un grupo de fotografías en las que se muestra a inmigrantes sin papeles que realizan periódicamente manifestaciones en una plaza de París. Las temáticas relacionadas con el sexo y la violencia están presentes en las obras de Alain Declercq y Phillipe Meste, que nos descubren hasta que punto estas cuestiones son tratadas de forma superficial en los medios.

Además de la muestra inaugurada ayer -que estará abierta hasta el próximo 30 de septiembre-, el museo abrió hace unos días en su Espacio Anexo una exposición del artista gallego Carlos Rial.

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