"Yo tampoco pensaba que acabaría en una silla de ruedas"

Tráfico intenta sensibilizar al conductor atacándole por todos los frentes: el bolsillo, los puntos del carné y la sensibilidad. 110 lesionados medulares en accidentes de tráfico acompañan desde hoy a los agentes en los controles de alcohol en 20 provincias para mostrar "frente a frente" las consecuencias de conducir bebido. La nueva campaña, con el lema "Porque la única tasa segura para conducir es 0,0", recuerda también que beber al volante cuesta dinero y puntos.

"Yo creía que a mí no me iba a pasar nunca algo así. Nunca pensé que podía tener un accidente y acabar en una silla de ruedas. Hasta que me pasó. Pensamos que somos invulnerables en la carretera, que los accidentes son cosas que le pasan a otros, pero a mí me pasó. Y es lo que le voy a intentar explicar a la gente", afirma Lázaro, de 38 años, minusválido desde hace siete por una imprudencia en la carretera y uno de los 110 voluntarios para acompañar a los agentes de tráfico en los controles de alcoholemia. A él le toca la madrugada del sábado en la carretera de Barcelona, dirección Madrid.

La última campaña de la Dirección General de Tráfico (DGT) no prescinde de la crudeza habitual -"Te vas a matar, ¿te enteras? O peor aún. Vas a matar a tus colegas, a tu novia, o a los hijos que aún no has tenido. ¿Y después qué? ¿Vas a poder seguir viviendo como si nada?"- ni de la coacción económica o el reclamo del carné por puntos -"Beber y coger el coche. Te acaban pillando tío. Y te van a quitar seis puntos, 600 euros, el carné"-, pero en esta ocasión la tarea de concienciación también se hace a pie de carretera con 110 lesionados medulares que, "frente a frente", explicarán y mostrarán las consecuencias de la imprudencia al volante.

"Probamos la experiencia hace un año en Galicia y tuvo un resultado fantástico", explica Alberto de Pinto, presidente de la Asociación de Lesionados Medulares (Aspaym), minusválido como consecuencia de un accidente de tráfico hace 35 años. "Ver a una persona en una silla de ruedas impacta más y tiene más credibilidad que cualquier mensaje en televisión. Nuestro lema es: 'No corras, no bebas... no cambies de ruedas".

La DGT planea realizar 200.000 controles de alcoholemia entre el 4 y el 17 de junio en más de 800 puntos de control. Más de 15.000 pruebas diarias. Los voluntarios de Aspaym estarán presentes en 20 provincias. Las pruebas se realizarán en horario nocturno, pero también en horas de mediodía, para disuadir a los conductores de beber durante las comidas.

Tráfico insiste en el mensaje contra el consumo de alcohol cuando se va a conducir "en uno de los momentos de mayor riesgo", el periodo de celebración de fiestas patronales, en el que, asegura la DGT, "aumenta la accidentabilidad debido al consumo de alcohol y los desplazamientos entre localidades cercanas". Por eso ha preparado, además, una campaña especial para que los ayuntamientos incluyan en los programas y carteles de sus respectivas fiestas patronales el lema: "Porque si te pasas, se acabó la fiesta".

Más de 4.100 personas perdieron la vida en accidentes de circulación el año pasado y otras 21.000 resultaron heridas. 265 de ellas murieron en el mes de junio. En un gran porcentaje de esos accidentes, según la DGT, el consumo de alcohol pudo ser el factor desencadenante. No obstante, el porcentaje de positivos en los controles se ha reducido a la mitad en los últimos seis años, pasando del 4,99% en 2000 al 2,47% del año pasado.

La última encuesta de opinión realizada por la DGT refleja que el 97% de los ciudadanos está "de acuerdo en que se incrementen los controles de alcoholemia", cinco puntos más que en 2005. En la encuesta, el 72% se mostró también de acuerdo en que superar en más del doble los límites de alcohol permitidos se considera delito.

[El Juzgado de Instrucción número 3 de Logroño ha retirado provisionalmente el carné de conducir al conductor que, en el espacio de veinte días, atropelló mortalmente a dos ciclistas en sendos accidentes de tráfico en la localidad de Anguiano (La Rioja), informa Efe. El acusado se enfrenta a dos delitos por imprudencia grave, penados con hasta cuatro años de cárcel cada uno y la retirada de carné hasta un máximo de años].