Un talento precoz y un genio en las salidas
Resulta comprensible que James Spithill (Sidney, 27 años) se relaje practicando el rugby y el esquí acuático y haciendo sus pinitos en el boxeo. El chico, patrón del Luna Rossa, necesita soltar adrenalina. Toda la que controla durante las salidas, la batalla náutica de cinco minutos en la que los dos barcos se marcan en busca de la mejor posición. En ese campo imaginario sobre el mar, Spithill es un portento. El Luna Rossa confía en este jovencísimo australiano para derrotar al New Zealand y repetir el triunfo de 2000 en la Copa Louis Vuitton. En sus enfrentamientos previos, el equipo italiano cruzó primero la línea de salida en cuatro ocasiones, por dos los kiwis.
El todopoderoso Oracle, con 120 millones de presupuesto, se quedó mudo en las semifinales ante el talento de Spithill para colocar el velero por delante. El patrón estadounidense, Chris Dickson, acabó desquiciado y despedido por el jefe, Larry Ellison. Toda la inversión de Oracle naufragó ante Spithill, un maestro del match race. Comenzó a navegar a los cinco años, fue dos veces campeón del mundo júnior de la especialidad y en 2000 se convirtió en el patrón más joven en la historia de la Copa del América con el Young Australia. Tenía sólo 20 años y ya manejaba el timón de un barco de 24 toneladas. Impresionado por su destreza, el mismo Paul Cayard, tres veces campeón de la Copa, le requirió para que fuera su rival en los entrenamientos.
Tres años después, el One World USA sacó el talonario para ficharle y Spithill llevó al equipo norteamericano a las semifinales de la Louis Vuitton, que perdió ante el Luna Rossa. El caña italiano, Francesco de Angelis, tomó nota de aquel descarado e hizo todo lo posible para no verle nunca más como rival. Ambos navegan ahora juntos en el Luna Rossa.
"Spithill es un fenómeno, de los mejores del mundo. Es muy complicado dominar grandes barcos como éstos. El timón tiene una superficie minúscula, de dos palmos. Para ser un gran timonel hay que anticipar la jugada y saber lo que va a pasar. Spithill tiene una gran capacidad de anticipación", explica Luis Sáenz Mariscal, abogado del Luna Rossa. Lo asegura también Luis Doreste, que se entrenó un mes con el Luna Rossa antes de fichar por el Desafío Español. "Me impresionó su sangre fría, control del barco y tranquilidad en las salidas. Se ha quitado la presión y está disfrutando. Es un señor en las regatas. Nunca le he visto hacer un mal gesto. Es rápido y brillante", reflexiona Doreste. "Casi te lee la mente. Los tripulantes tienen una confianza ciega en él", añade Mariscal.
Mientras se entrenaba con el Luna Rossa, Spithill encontró tiempo en 2005 para proclamarse campeón del mundo de match race en Alicante. Su estilo agresivo le ha valido al apodo de James Pitbull y algunos le consideran el sucesor de Russell Coutts. "Es joven, pero muy maduro, un talento innato en la navegación. No parece que tenga 27 años. No he visto nadie como él", asegura Nacho Braquehais, navegante del Luna Rossa. Con un liderazgo "que no se corresponde a su edad" y a la vez "muy humilde y divertido", como reconocen sus compañeros. "Es como el típico andaluz gracioso", dice Mariscal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.