Rubio ofrece dejar el cargo y la dirección socialista de Valencia rechaza su marcha
Alborch invita a la reflexión y a mantener la proximidad con los ciudadanos tras el 27-M
El secretario general de los socialistas de la ciudad de Valencia, Rafael Rubio, puso anoche su cargo a disposición del partido en respuesta al escaso avance en las elecciones del 27-M, en las que el PSPV-PSOE sólo logró revalidar los 12 concejales que ya tenía en el Ayuntamiento. La ejecutiva rechazó un gesto que algunos interpretaron como un mensaje hacia el dirigente de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla. Éste prepara hoy la respuesta que ofrecerá el sábado al Consell Nacional, máximo órgano entre congresos, en el que se espera incluya una autocrítica por los malos resultados.
La ejecutiva comarcal de Valencia duró más de tres horas. Rubio puso a disposición del partido su cargo, un ofrecimiento que la ejecutiva rechazó "por unanimidad", según fuentes de la reunión. El secretario general destacó que la prioridad ahora es trabajar de cara a las elecciones generales de 2008 y responder en el Ayuntamiento a la confianza de los votantes. También dejó claro que no es partidario de congresos extraordinarios del PSPV-PSOE.
Rubio hizo un análisis de la respuesta del electorado en cada barrio. Los socialistas deducen que se han producido cambios sociológicos que no han sabido ver y que son necesarios "mensajes más claros y sin tanta matización", explicó un miembro de la ejecutiva. En esa adaptación del mensaje, buscarán dar respuestas a los ciudadanos "con lenguaje propio" y sin renunciar a sus principios. Los socialistas de Valencia también consideran que estas elecciones muestran que la ciudad no ha sido un obstáculo para ganarlas, aunque el avance ha sido insuficiente. La candidata a alcaldesa, Carmen Alborch, invitó a la reflexión al tiempo que animó a seguir trabajando y a mantener la proximidad a los ciudadanos.
Mientras, el secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, preparará hoy con el Consell Territorial y el Grupo Socialista la respuesta del sábado ante el Consell Nacional. Fuentes socialistas indicaron que Pla se ha marcado dos objetivos: levantar los ánimos de la estructura territorial y de los cargos electos, para que nadie tenga duda de que los responsables del partido no se esconden y atenderán las demandas de sus 850.000 votantes, y reorganizar las portavocías de los grupos institucionales, que han quedado en difícil situación, e intentar trasladar la idea de que los cambios se harán, aunque sin prisas. En este contexto, buena parte de los parlamentarios no descarta la posibilidad de que Pla asuma el cargo de presidente del Grupo Socialista y ceda el protagonismo en el hemiciclo a otra persona, que podría ser el ex alcalde de Alicante, Ángel Luna.
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