Elecciones del 27-M
Bueno, pues ya estamos otra vez viviendo esa curiosa situación que se produce indefectiblemente después de cada cita electoral: todos, absolutamente todos, han ganado y están encantados de la vida. A saber:
- Los que han obtenido más votos se congratulan de esta circunstancia, lógicamente; sin embargo, a veces, y a pesar de ello, no podrán gobernar.
- Los que, aunque no han sacado votos suficientes, gobernarán mediante la, para mí discutible, fórmula de los pactos, con lo que los votantes nunca saben si su voto va al lugar correcto.
- Los que han aumentado el número de votantes en comparación con los anteriores comicios.
- Los que, aunque hayan bajado, ha sido en menor medida de lo que se temían.
Resulta casi enternecedor asistir a las maniobras dialécticas de los políticos en esta circunstancia para intentar vendernos sus "triunfos", de una u otra forma, evitando admitir, casi siempre, que los resultados no les han sido favorables. Me recuerdan mi niñez cuando, ante alguna trastada, siempre intentábamos darle la vuelta al argumento para resultar inocentes.
Que si yo tengo más votos, que si yo tengo más concejales... Decididamente, son como niños.- Maribel Egido Carrasco. Coca, Segovia.
Yo no he ido a votar. Culpo de mi abstención al Partido Popular, que ha decidido que estas elecciones sirvan para legitimar o deslegitimar la política del Gobierno, como si fueran unas elecciones generales, y al PSOE, que le ha seguido el juego. Me avergüenza estar admitiéndole a los partidos políticos un poder tan grande sobre mí: han sido ellos quienes han cargado de sentido mi voto.
El recuento ha terminado. Leo en los titulares de medios afines a la derecha que "Rajoy ha ganado las elecciones" como si se decidiera la victoria global de un partido en unas elecciones en las que se vota (o debería votarse) otra cosa mucho más pragmática. Se comenta que hay una alta abstención, y no me extraña. La abstención puede deberse a una exigencia silenciosa de regreso a la concordia democrática necesaria para que se dé la discordia política, que esta mañana de resaca electoral veo igual de lejos.
Inmersos en celebraciones y valoraciones, ninguno de mis representantes parece prestar atención a esta exigencia de moderación. Soy de los que suelen votar al mejor gestor, sea del partido que sea, y sigo viendo buenos gestores, no sólo en PSOE y PP, sino también en el resto de partidos. Sin embargo, no he ejercido mi derecho al voto porque el estado de crispación de las elecciones se me hacía insoportable. Me parece una irresponsabilidad sumir a los votantes en una incomodidad tan grande a la hora de confiar el voto, y es esta repulsa la que expresaba la papeleta que el domingo, en lugar de depositar en la urna, deposité en la papelera.
Ojalá pudiera hacerse este recuento también, y ojalá los políticos prestasen oídos a esta voz silenciosa, a este diagnóstico de la mala salud de la vida política que es la abstención.- Juan Soto Ivars. Madrid.
El PP ha conseguido el 35,6% de los votos en las Elecciones Municipales; el PSOE, el 34,9%, y "otros", el 29,5%. Casi un tercio para cada bloque. Y luego que no digan que España es del PP o del PSOE. También están los "otros". Aquellos que no están de acuerdo con las trifulcas políticas de los grandes partidos. Que piensan de un modo distinto. Que hacen que España sea verdaderamente plural.- Josep Robert Reig Miró. Barcelona.
Ayer, a las 12.04, podía leerse lo siguiente en la edición digital de su periódico: "El Gobierno destaca la normalidad en el arranque de la votación". El titular aparecía bajo una fotografía en la que se veía al alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, enfrentándose a un grupo de radicales que portaba pancartas de ANV. En otra información de la edición digital de EL PAÍS, titulada Simpatizantes de ANV protagonizan incidentes en colegios electorales de Euskadi y Navarra, se informaba de que "simpatizantes de ANV se han propuesto hacerse notar en la jornada electoral violentando el ejercicio del derecho al voto de las principales figuras políticas del País Vasco y Navarra. Gritos de pucherazo y camisetas con eslóganes (prohibidas en el interior de los colegios electorales) están marcando la jornada de votación en diferentes puntos de Euskadi y la Comunidad Foral".
Según el DRAE, "normalidad" es "cualidad o condición de normal". "Normal" se define como algo "que se halla en su estado natural", "que sirve de norma o regla" o "que por su naturaleza, forma o magnitud se ajusta a ciertas normas fijadas de antemano".
En ocasiones como ésta, la normalidad española produce escalofríos.
