Aguirre pulveriza su récord

La sorpresa no fue la victoria de Esperanza Aguirre, sino que lograra tanta distancia respecto a sus adversarios. La candidata del PP a la Comunidad de Madrid, que ha sido la primera mujer al frente de esta región y que partía como favorita en todos los sondeos, consiguió anoche su segundo mandato consecutivo. La novedad estuvo en los números. Alcanzó el 53,20% de los votos (67 de los 120 diputados y 1.546.794 papeletas a su favor) una vez escrutado el 98,82% de los sufragios. Con estos datos, Aguirre supera con mucho la mayoría absoluta y obtiene los mejores resultados que ha conseguido en las tres convocatorias regionales a las que se ha presentado (desde mayo de 2003).

Pero, sobre todo, el PP propicia el descalabro de los socialistas (42 diputados), que ni siquiera con el apoyo de IU (11 escaños) logran acercarse. El PP supera en 25 escaños al PSOE, con una participación del 66%, (3,5 puntos más que en las elecciones de octubre de 2003). Así, Aguirre podrá decidir con holgura la presidencia de la Asamblea regional cuando se constituya, el 12 de junio.

La derecha se mantiene así una quinta legislatura en la sede del Gobierno regional y Aguirre logra con ese 53,2% el mejor resultado de un candidato popular en la historia de la Asamblea, que abrió sus puertas en 1983. Hasta ahora, el récord lo tenía su compañero de partido, Alberto Ruiz-Gallardón, que en 1995 alcanzó el 51,6% de los votos de la región.

Vestida de verde (color esperanza), Aguirre salió pronto a demostrar su victoria a los militantes, aunque en ese momento el escrutinio no superaba el 60%. El escenario fue el balcón de la sede popular en la calle Génova. "Esto quiere decir que hemos cumplido y nuestros proyectos les han parecido bien a los madrileños", anunció. Después, con la ayuda del secretario regional del PP, Francisco Granados, y del responsable de campaña, Alberto López Viejo, desplegó una gigantesca pancarta en la que se leía: "Gracias".

"El PP ha vuelto a ganar las elecciones en Madrid por una mayoría clara", proclamó la candidata popular media hora antes de la medianoche, cuando salió por segunda vez al balcón. Esta vez lo hizo acompañada de Ruiz-Gallardón, el presidente de su partido, Mariano Rajoy, y el secretario general, Ángel Acebes. En la calle, los militantes la aclamaban al grito de "torera, torera". Visiblemente satisfecha por sus resultados, continuó: "Quiero decirles a los que han votado otras opciones políticas, que vamos a gobernar para todos, porque así somos".

Después, como ha hecho durante la campaña, Aguirre eludió nombrar a sus adversarios -Rafael Simancas (PSOE) e Inés Sabanés (IU)- y se centró en el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, porque sostuvo que estas elecciones autonómicas han sido en clave nacional. "Los madrileños, una vez más, hemos anticipado el triunfo de las generales. Zapatero hará las maletas y Rajoy será presidente".

El mérito de los resultados de Aguirre es haber conseguido el apoyo de los electores prácticamente en casi todas las zonas territoriales de la región. Si los comicios anteriores, los de octubre de 2003, el PP no fue apenas opción en los municipios del sur y en el Corredor del Henares, ésta vez alcanzó el respaldo en casi todas las localidades. En el oeste fue la opción mayoritaria en Torrejón de Ardoz, Alcalá de Henares y Coslada. También recibió el apoyo mayoritario de los electores de Alcorcón y Móstoles. En cambio, otros municipios tradicionalmente socialistas, como Getafe, Parla y Leganés, mantuvieron su respaldo a Simancas.

En la capital, el voto a Aguirre fue abrumador. Todos los distritos eligieron mayoritariamente a la candidatura popular, a excepción de Vicálvaro, Villa de Vallecas y Puente de Vallecas, que apoyaron a los socialistas. Madrid es hoy claramente del PP.