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Elecciones 27M

Rajoy cede su hegemonía en las capitales

Los populares vencen en número y porcentaje de votos, pero el PSOE puede lograr la alcaldía en 24 capitales de provincia, nueve más que ahora - Los concejales de ANV, decisivos en Pamplona

El PP ganó ayer las elecciones municipales por 160.000 votos de diferencia sobre el PSOE, según los datos del Ministerio del Interior con el 99,8% de las papeletas escrutadas. El partido de Mariano Rajoy arrebata así a los socialistas la mayoría que éstos obtuvieron en 2003, y recibe un espaldarazo de cara a los comicios del año próximo, porque las elecciones municipales suelen adelantar los resultados de las generales. Sin embargo, el PSOE gana poder territorial: podría lograr por sí mismo o con pactos los gobiernos de 24 capitales de provincia -tenía 15, frente a 30 del PP-. Los dos grandes partidos mantienen sus feudos, que son las ciudades más pobladas: los populares arrasan en Madrid, Valencia y Málaga; los socialistas amplían su ventaja en Sevilla (aunque no alcanzan la mayoría absoluta), Zaragoza y Barcelona.

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Las 15 capitales de provincia que estaban en manos del PSOE podrían convertirse en 24 -aunque en muchos casos serán necesarios los pactos- incorporando, entre otras, Vitoria, León, Jaén, Toledo, Orense, Tarragona, Logroño, Palma de Mallorca y Las Palmas de Gran Canaria; por contra, perdería Cuenca y Guadalajara. El PP (que tiene más difícil pactar con otras fuerzas) incorpora estas dos ciudades, pero sus 30 gobiernos en capitales de provincia se quedarían en 22. IU conserva Córdoba por los pelos, y su apoyo será decisivo para decidir el gobierno de varios ayuntamientos más.

Uno de los vuelcos de mayor calado político podría darse en Pamplona, donde la irrupción de Nafarroa Bai -que agrupa a todos los partidos nacionalistas- daría el gobierno a un eventual pacto entre nacionalistas y socialistas si éstos aceptan también el apoyo de ANV, el partido para el que Batasuna pidió el voto.

La abstención alcanzó el 36,1%, casi cuatro puntos más que hace cuatro años, y fue especialmente significativa en Cataluña. Los votos en blanco, 426.000 en toda España, rozaron el 2%.

Más votos, menos concejales

El mapa municipal salido de las elecciones de 2003 era contradictorio: el PSOE ganó en número de votos -casi 125.000 más que el PP- pero obtuvo 391 concejales menos. Ayer se produjo la situación contraria: los populares ganan en número de papeletas y en porcentaje de voto (35,6% frente al 34,9% del PSOE), pero los socialistas tendrán 690 ediles más.

La batalla electoral más cruenta -no porque las encuestas augurasen una competición reñida, sino por el enfrentamiento a cara de perro sostenido en los últimos días por los candidatos- se ha dado en Madrid. Y la ha ganado el candidato del PP, Alberto Ruiz-Gallardón, que dispara su mayoría absoluta (55,5%, la cifra más alta conseguida nunca por un candidato en la capital) a costa de la bajada del PSOE. Éste, con Miguel Sebastián de cabeza de lista, obtiene bastante menos apoyo (30,8%) del que tuvo con Trinidad Jiménez, y pierde tres ediles. IU, lastrada por los conflictos internos en los últimos meses, logra, sin embargo, crecer en porcentaje de voto (8,6%), y pasa de cuatro a cinco concejales.

Sebastián -apuesta personal del presidente José Luis Rodríguez Zapatero- y Ruiz-Gallardón prácticamente no se hablan desde que el primero utilizase un debate en directo en TVE para preguntar al alcalde si había mantenido "alguna relación" con Montserrat Corulla, una empresaria implicada en el caso Malaya en Marbella. Sugería con ello un presunto trato de favor por cuestiones urbanísticas, pero aludiendo de forma ambigua a la vida personal del alcalde. La relación entre ambos -y la campaña electoral en Madrid- quedó rota en ese momento.

A la capital le esperan por tanto otros cuatro años con gobierno del PP. Pero en Madrid se decidía otra cuestión clave que también ha sido dirimida por los ciudadanos. La presidenta del PP madrileño y candidata a la Presidencia del Gobierno regional, Esperanza Aguirre, y el alcalde Ruiz-Gallardón mantenían una silenciosa batalla para ver cuál de los dos obtenía más votos en la ciudad. Y el objetivo era claro: sacar pecho ante eventuales cambios futuros en la dirección del PP. Una particular competición que ha ganado el alcalde por 11.700 papeletas.

En el País Vasco y Navarra, dos focos de atención: Vitoria y Pamplona. Con el 100% de los votos escrutado, el PSOE se convierte en la primera fuerza en Vitoria, arrebatando ese puesto al PP, pero ambos partidos empatan en número de concejales. El gobierno cambiaría, por tanto, de color político si los socialistas pactan con el PNV, que también aumenta su apoyo.

La capital alavesa, sede del Gobierno autonómico, ha estado en manos del PP, el más votado en 2003, porque el PSOE facilitó entonces la investidura de Alfonso Alonso. Pero la confianza resultó efímera. La victoria del PSOE en las generales de 2004 marcó el comienzo de las discrepancias, y en los dos últimos años Alonso ha gobernado en minoría y sin ningún apoyo. Ahora, PSOE y PNV podrían arrebatarle la alcaldía.

Mucho más nuevo y quizá de mayor alcance es lo ocurrido en Pamplona. UPN (marca navarra del PP) pierde la mayoría absoluta, y la coalición nacionalista Nafarroa Bai (que agrupa a PNV, EA, Aralar y Batzarre) supera todas las previsiones hasta el punto de que su ascenso podría dar la alcaldía a una suma de nacionalistas y socialistas. Los populares siguen siendo los más votados, pero empatan en concejales con la suma de PSN (4) y Nafarroa Bai (8). Para hacerse con el gobierno, esos dos partidos tendrían que aceptar el apoyo de los dos concejales logrados por ANV, el partido para el que Batasuna pidió el voto.

Otra ciudad que cambia de manos, esta vez a favor del PP, es Marbella, tristemente famosa este año por haber sido descubierta como campo de actuaciones de corruptos a gran escala. La debacle política a la que dio lugar la Operación Malaya (el escándalo salpicó a los concejales de todos los partidos, excepto a la del PP) ha movido a los marbellíes a votar en masa a los populares tras 16 años de gobierno del GIL.

Los socialistas conservan el sillón de Barcelona (en coalición con ERC e ICV), el de Zaragoza y el de Sevilla, aunque aquí se han quedado a las puertas de la mayoría absoluta y necesitarán a IU. En Vigo, la mayor ciudad de Galicia, la alcaldía va a depender de la capacidad de PSOE y BNG para enterrar viejas disputas. Hace cuatro años formaron gobierno, pero no aguantaron juntos más de seis meses, así que el PP tomó el relevo y gobernó en minoría todo el mandato. Ahora la relación entre ambos partidos es mejor, y por eso es casi seguro que PSOE y BNG recuperarán el mando consistorial, a pesar de la fuerte subida del PP.

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