Camps se deshace de la carga de Zaplana

El presidente del PP valenciano, Francisco Camps, no sólo batió ayer todos los récords al obtener más del 52% de los votos, sino que cerró con éxito su apuesta por el control del partido, que le ha permitido deshacerse de la carga que le suponía el conflicto con su antecesor Eduardo Zaplana. Camps logra una victoria histórica y revalida la mayoría absoluta en las Cortes Valencianas, mientras que en el Ayuntamiento de Valencia Rita Barberá aumenta su hegemonía, con casi un 57% de los votos.

A primeras horas de la noche de ayer el número de periodistas congregados en la nueva sede del PP en la calle de Quart de Valencia desbordaba con creces al de los militantes que se movían entre bambalinas. Ricardo Costa, vicesecretario regional, salía a tomar aire media hora después de que se difundieran los primeros sondeos con la sonrisa nerviosa. "Fenomenal", acertó a comentar. "Los sondeos demuestran que el PP es la fuerza más votada", sentenciaba unos minutos después, Vicente Rambla, portavoz de campaña. También celebró que los primeros datos de participación indicaran que los valencianos votaron ayer ligeramente por encima de la media nacional: "Una prueba de que el discurso del presidente Camps despierta interés". Luego recurrió al manual para apelar a la prudencia y esperar datos solventes del escrutinio real.

Los populares celebran su nueva victoria de nuevo en el Alameda Palace de Valencia

"Ganaremos por mayoría absoluta, sin duda", vaticinaba a primera hora Clemente

Los escasos militantes que se asomaron al salón de actos de la sede del PP de la calle de Quart apenas pasaron del quicio de la puerta. La cincuentena de periodistas congregados en la sala, pertrechados con cámaras, micrófonos y ordenadores, atraían su atención, pero la muda pantalla gigante sólo reflejaba las siglas del partido.

La presencia de Camps en la sede era un secreto a voces. Pero era evidente que no se dejaría ver hasta que los resultados fueran totalmente fiables. El deambular de reporteros desde el salón de actos al vestíbulo se agitó de repente. Uno detrás de otro, los que estaban a las puertas del edificio se apresuraron a aglomerarse. Novedades, parecía haber novedades. Y efectivamente, los empleados del PP acababan de dejar en la sala un bidón de horchata.

A las diez de la noche aún se podía aparcar a las puertas del Alameda Palace, el salón donde el PP ya había celebrado tres victorias consecutivas en las elecciones autonómicas. Juan Vicente Jurado, número 19 de la candidatura municipal por Valencia, bajaba la escalinata de entrada visiblemente contento. A esa hora estaba claro que revalidaría su cargo como concejal. Las cámaras estaban dispuestas frente a una gran pancarta: "Confianza en el futuro".

"Hemos ganado Torrent, hemos ganado Paterna". Rafael Ferraro y Salvador Cortés caldeaban el ambiente en el vestíbulo del Alameda Palace cuando ya empezaba a deslizarse que Rita Barberá estaba a punto de llegar. "¿Y la jefa?, ¿qué me dices de la jefa?, ¡21!" El ambiente en la sala, sin embargo, se mantenía discreto. La edad media del público era elevada. Algún vástago, sin edad para votar, acompañaba a sus progenitores. Louis Armstrong y Ella Fitzgerald invitaban al sosiego. Y sin embargo, a esas horas, el escrutinio ya avanzaba una victoria arrolladora del PP. "Mi hijo, que está en el Palacio de Justicia, me dice que al 33% escrutado tenemos 53 escaños contra 38 y siete". Los números no cuadraban, pero eso empezaba a ser lo de menos.

"¡Tremendo! ¡Ganamos en toda España!" Vicente Martínez Pujalte dio el pistoletazo de salida de la gran celebración. Una sonrisa unánime afloró entre los asistentes. Las manifestaciones de júbilo cobraban cuerpo. "¡Ya vienen, ya vienen!" La llegada a la carrera de un equipo de Canal 9 anticipó el desembarco de los pesos pesados del PP valenciano. "¡Ta-chan, Ta-chan! ¡Ta-chan tata-chan!" La inconfundible marca sonora del PP dio paso al delirio. Y en eso llegaron los jefes, con Camps y Barberá a la cabeza.