Seis veces más caro que llamar a Cuenca

La eurotarifas supondrán una rebaja considerable respecto a las que aplican las operadoras españolas, incluso con los planes especiales de los que disponen para sus clientes más viajeros. La complejidad de esos planes impide tener una comparación clara entre ellas.

Tras pedir a las tres operadoras que informaran de cuál era su mejor oferta para una llamada de tres minutos desde tres destinos el resultado (ver gráfico) es que las tarifas más baratas desde la UE y EE UU son de Vodafone; desde Latinoamérica, las de Movistar. Para llamadas recibidas, las más asequibles son de Movistar en la UE, y de Orange en el resto de destinos.

No obstante, hay que tener en cuenta que Movistar incluye una cuota mensual de 10 euros y que para tener las tarifas económicas de Vodafone hay que conectarse a sus operadores preferentes en cada uno de los países. En cuanto a Orange además de las tarifas estándar dispone de bonos de 100 llamadas por 75 euros.

Por eso, el baremo más fiable para calcular el coste es el ingreso medio por minuto. Según las cifras recabadas en la CMT, las compañías españolas ingresan de media 76 céntimos por minuto por cada llamada que hace un turista extranjero desde España, incluyendo el establecimiento de llamada. Ahora sólo ingresarán 30 céntimos como máximo, un 60% menos. En el caso del abonado español que llama desde el extranjero, las operadoras ingresan de media un euro por minuto, y ahora sólo podrán cobrar 49 céntimos, un 51% menos.

El ingreso medio por minuto en llamadas nacional es de 0,16 euros, seis veces menos que las llamadas en itinerancia. Es decir, que llamar desde Alemania a Cuenca puede costar seis veces más que llamar desde Madrid.

No es de extrañar que Movistar, Vodafone y Orange coincidan en afirmar que la medida de la UE es "intervencionista" y "excepcional" al regular precios finales al consumidor. Con todo, confían en que con la rebaja viajeros y turistas llamen más y compensen la caída de ingresos. O que opten por no comprar tarjetas de prepago de las operadoras de los los países donde viajan, práctica habitual para eludir las tarifas de itinerancia.