La gran incógnita
Una de las incógnitas que se despejará esta noche será conocer la salud electoral del Partido Andalucista en la comunidad autónoma. Las encuestas pronostican un desplome del PA en su conjunto y, significativamente, en la ciudad de Sevilla, la única capital andaluza donde tiene concejales. Para Julián Álvarez serán sus primeras elecciones de ámbito andaluz desde que accedió a la secretaría general. Su punto de partida es mejorar lo conseguido en 2003, cuando los andalucistas sumaron 332.970 votos, 51 alcaldías y 667 concejales.
Mucho ha cambiado el PA desde entonces. En 2003 gobernaba en coalición con el PSOE en el Gobierno andaluz, dirigía la rumbosa Consejería de Turismo y Deportes y mantenía unas relaciones cordiales con los dirigentes del partido socialista que, en algunos municipios, implicaba acuerdos mutuos de no agresión. La foto de hoy es completamente distinta, no sólo por el cambio de rumbo que ha impuesto su secretario general, subrayando el perfil nacionalista de su formación, sino porque el PA carece de las banderías municipales de antaño (Jerez, Algeciras, Almuñécar, Écija y determinantes en Sevilla).
Durante la campaña, Julián Álvarez ha intentado meter cuña en la cada vez más potente tenaza bipartidista, aunque sus mensajes son similares a los del PP. Según la tesis del PA, el principal obstáculo para el crecimiento de Andalucía es la corrupción motivada por "la existencia de un régimen socialista que se perpetúa en el poder".