Una escalera para subir a París

Vince Chase, pelo oscuro y cejas pobladas, es el protagonista de Entourage, El Séquito, una serie de televisión que fotografía el ascenso hacia la fama y el éxito cinematográfico de un chico de barrio. A Chase le rodean un representante, una publicista, varios amigos juerguistas y una chica cañón por capítulo. A Rafael Nadal, número dos del tenis mundial, no. El entorno de Nadal, que desde mañana -debuta contra el argentino Juan Martín del Potro, el 58º del ránking- defiende en París sus dos títulos de campeón de Roland Garros, es familiar. Pequeño. Trabajador. Muy profesional. Y compartimentado. "Alrededor de Rafa hay mucha gente y cada uno tiene su misión", dicen sus íntimos.

El español usa un monopatín para potenciar el deslizamiento en tierra y sube y baja peldaños para mejorar la coordinación y el juego de pies

"Es un deportista muy especial. Mezcla la explosividad de un velocista de 200 metros con la resistencia de un maratoniano", explica su médico

Los datos médicos y las lesiones están en manos del doctor Cotorro. El trabajo físico, el aprovechamiento de una genética "fuera de lo normal", en las de Joan Forcades. Los músculos pasan a diario por la camilla de Rafael Maymo. El bicampeón también tiene agente y publicista. El entourage de Nadal es una máquina engrasada. Con un hombre a los mandos: Toni, su tío y entrenador, es el encargado de tomar las decisiones, el hombre que debe diseñar el asalto a Roland Garros desde una nueva e inesperada perspectiva. Nadal ya no es invencible sobre tierra.

- Un récord roto por la fatiga mental y un calendario extenuante. Nadal llega a París, al sudor del grande rojo, de los partidos a cinco sets, tras descansar dos días y ver rota su racha de 81 victorias seguidas sobre arcilla ante el suizo Roger Federer, el número uno, en la final del Masters de Hamburgo. La derrota le sitúa ante una duda: ¿ha descubierto Federer la forma de ganarle? Y, frente a la duda, método. Nadal sigue a rajatabla una creencia impermeable a los resultados: "Toni marca los objetivos". ¿Cuáles? "Correr menos que el rival", contesta el entrenador, que ha achacado a "la fatiga mental" la causa de la derrota de su pupilo, que perdió el domingo en Alemania, viajó a Barcelona para un acto promocional el lunes y llegó a París el jueves. El trabajo, claro, se hizo antes: "Hemos hecho entrenamientos al servicio de un tenis más agresivo", dice Forcades, el sabio encargado del físico de Nadal; "potenciamos el juego de pies, la coordinación y la fuerza explosiva. Se trata de que se desgaste menos".

- Un monopatín para la tierra batida. "En tierra hay un paso de deslizamiento, que patina, y hay que preparar a Rafa", dice Forcades. "Usamos un monopatín para potenciar la vigilancia muscular y la velocidad de reacción articular: eso permite que, si el tobillo se le dobla un poquillo, como le pasó en el torneo Godó, sea capaz de reequilibrarse", añade. "Así, sus articulaciones reaccionan rápidamente ante los imprevistos. En tierra tienes que trabajar la musculatura de la cadera. Los puntos son más largos. Los picos de resistencia son muy importantes. Hay que potenciar la recuperación", cierra.

- Explosivo como un velocista, resistente como un maratoniano. "Rafa es un deportista muy especial, con una explosividad fuera de lo normal", resume el doctor Cotorro. "Mezcla la gran explosividad muscular de un velocista de 200 metros con la gran resistencia de un maratoniano. Consume 72,8 ml/kg/mn [mililitros por kilo y minuto], igual que un maratoniano. Por eso resiste tanto", continúa. "Ha aumentado su masa muscular, bajado el porcentaje de grasa y perdido tres kilos para estar en su peso ideal

[85]".

- Un truco contra Federer. "Cuando sacas rápido, la pelota vuelve antes y el juego va por unos derroteros más veloces", argumenta Toni. "A Rafa, contra Federer, le interesa que no vaya tan rápido porque en un juego rápido Federer es imbatible. Es mejor sacar fuerte, pero no mucho", prosigue. "Si Rafa tuviera un saque que le fuera a 220 kilómetros por hora le diría: 'Saca rápido, a ver si haces un ace', añade; "pero, como la probabilidad es pequeña contra Federer, consideramos que es mejor un saque variado, que vaya entrando más veces, a 170, a 175. Depende de dónde juegues y contra quién. No es lo mismo jugar contra el Madrid que contra el Barça. Cada entrenador tendrá su opinión. Ésa es la mía".

- A Roland Garros, subiendo peldaños. "Ahora estamos en periodo competitivo y nos entrenamos sobre todo en pista", dice Forcades. "Acondicionamos la musculatura para que se adapte a los desplazamientos y los requerimientos energéticos de la tierra batida. Ahora, la pista es protagonista. Ahí empleamos una escalera para que realice una sucesión de ejercicios de juegos de pies. Así trabaja la coordinación de manera bastante explosiva. Es el SAQ [Speed, Agility and Quickness / Velocidad, agilidad y rapidez)", continúa.

"Hacemos diferentes tipos de desplazamientos, con cambios de ritmo y dirección, subidas y bajadas del centro de gravedad... Así mejoramos su habilidad para moverse, para cambiar de dirección rápida y fácilmente. También empleamos el bosu [both sides up / los dos lados hacia arriba], una media pelota con un lado plano, para hacer coordinación, juegos de pies, desplazamientos y equilibrios".

- Resistir cinco 'sets' gracias a dos bañeras. "Rafa", dice Forcades, "habitualmente, funciona muy bien a cinco sets. Le vienen bien. No está pendiente del pasado ni está intranquilo por el futuro. Vive muy bien el momento. El viaje que ha hecho como deportista lo ha vivido muy intensamente, lo ha disfrutado mucho", advierte. "Por eso, cuando está en los torneos, sigue a rajatabla con Rafael Maymo el protocolo de recuperación".

¿Cuál es el protocolo? "Hace gimnasia articular por la mañana, cuando se levanta. Eso es clave. Fantástico. Luego, hace muchos estiramientos. Cuidamos mucho la dieta después de los partidos, las proteínas. Procuramos hacer siempre hidroterapia, baños de contraste

[sumergir el cuerpo en una bañera con agua caliente y luego en otra con hielos] como elementos de recuperación. Esto se hace por la educación que se le ha dado a Rafa. Toni no es un coach, un entrenador. Es un life coach, un entrenador vital. Le ha educado en la pista y fuera de ella para ser un chico autoexigente. Tiene mucho espíritu de sacrificio y es muy educado con la gente de su equipo. Es humilde. Un jugador en formación que cada día mejora".

- El revés cortado, un arma nueva. "Es un arma eficaz", avanza Toni. "Cuantas más armas tengas, más eficaz eres en la pista. No es un arma para usarla constantemente, pero sí para sacarla en un momento de defensa o para tener más variedad a la hora de poder hacer una dejada", explica. "En el caso de Rafa, le sirvió en Montecarlo para pasar algunas bolas, igual que en el torneo de Indian Wells. Lo usa para cambiar el ritmo del partido y recuperar espacios. Ha tenido una buena mejora con este golpe", apostilla.

- Cambios técnicos y de actitud siguiendo la referencia de Federer.

"Hemos hecho cambios básicamente de actitud", cuenta Toni. "Estuvimos intentándolo bastante tiempo, desde la temporada pasada. El cambio se ha consolidado, de momento, y espero que dure. Tiene que ser más agresivo, buscar más el punto y no correr mucho más que el contrario. Corría más que los contrincantes y es lo que estamos intentando evitar. Eso está conseguido de momento. Ha habido un cambio claro en su juego", resalta.

¿Se fija en alguien para aconsejar a su sobrino? "El modelo es la gente que lo hace bien, la que gana. Nos fijamos en distintos golpes de distinta gente, no de nadie en concreto. Porque, si tuviera que coger una referencia, siempre cogería la de Federer, que es el mejor técnicamente. Hay cosas que están claras: cuanto más delante de la pista golpee, más facilidad tendrá para buscar hueco", concluye.