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Elecciones 27M

Camps refuerza sus flancos más débiles

El candidato del PP intenta en el cierre de campaña movilizar voto en La Ribera, Alicante y Valencia

El presidente de la Generalitat y candidato a la reelección por el PP, Francisco Camps, dedicó ayer la última jornada de campaña a reforzar algunos de sus flancos más débiles y movilizar al electorado popular en la comarca de La Ribera Alta y las ciudades de Alicante y Valencia y su área metropolitana. Camps lanzó mensajes en positivo y extremó la atención para no dar resbalones de última hora. Así, evitó hablar de agua en La Ribera -el PP defiende el trasvase desde la cuenca alta del Júcar al Vinalopó-, procuró dar imagen de cohesión en Alicante y reclamó el voto blavero en Valencia.

El dirigente popular ha usado indistintamente su agenda institucional y partidaria

Aunque la agenda institucional de Camps incluyó un acto matinal en Alboraia (L'Horta Nord) donde aprovechó la visita a unas obras para asegurar que los valencianos representan "la nueva cultura del agua", en La Ribera Alta no pronunció la palabra "agua" en ninguna de sus intervenciones, informa Xavier España. Consciente de la oposición de los regantes y agricultores a la propuesta del PP de retomar el trasvase Júcar-Vinalopó desde la parte alta del río, Camps centró sus intervenciones en animar a la parroquia a que vaya a votar y en atribuirse las esencias valencianistas en busca del voto blavero.

En Algemesí, donde las tensiones que hubo entre las dos candidaturas que optaban a representar el PP no han remitido, Camps quiso mostrar su respaldo al candidato a la alcaldía Vicente Ramón García, al que unos anónimos acusan de tener intereses inmobiliarios al participar en diversas empresas del sector. Allí Camps dijo: "Aquí no sobra nadie, estamos todos en un mismo proyecto colectivo que es el de la Comunitat Valenciana". El jefe del Consell y candidato del PP remachó que "otros están en extrañas teorías sobre qué son los valencianos y de dónde venimos y crean mucha crispación".

En Alzira, donde presidió un almuerzo multitudinario con militantes de La Ribera Alta y La Ribera Baixa tampoco habló de agua, ni del Partido Socialista Democrático, que lidera en el municipio la sobrina del consejero de Sanidad, Gisela Blasco, y que compite con el PP. Camps, que realizó los dos actos de La Ribera acompañado por Rafael Blasco -que no intervino en ellos-, se mostró seguro de estar a sólo unas horas de la victoria. "Me siento más feliz que nunca de ser militante del PP, de un proyecto cuyo programa es Comunitat Valenciana", dijo Camps que acusó a los alcaldes socialistas de tener "discursos de tristeza y de pasado, de crispación y tensión".

En La Ribera Baixa, el PP se ha encontrado también con problemas en Sueca, donde parte de los populares se han escindido. La escisión de Sueca se suma a las registradas en el seno del PP en las comarcas de La Safor (Gandia y otros municipios menores), La Vall d'Albaida (Ontinyent y L'Olleria, fundamentalmente), La Costera (Vallada), L'Horta Nord (El Puig) y otras plazas menores que ponen en riesgo las opciones del alcalde de Xàtiva, Alfonso Rus, a la presidencia de la Diputación de Valencia. Camps arropó a Rus en el mitin central de La Costera en la noche del jueves.

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El jefe del Consell, que ha utilizado durante toda la campaña de manera coordinada la agenda institucional y la partidaria para reforzar sus puntos electorales débiles, también se desplazó ayer a Alicante. En esta plaza, las discrepancias con los zaplanistas amenazan con pasarle factura. Aún así, en la plaza de Benalúa de Alicante comparecieron en el cierre de campaña el presidente provincial, José Joaquín Ripoll; el candidato a la reelección como alcalde, Luis Díaz Alperi, y el jefe del Consell.

En esta circunscripción electoral, los populares tienen averías en Alicante ciudad pero también en plazas importantes como Dénia y Pego en La Marina Alta; Benidorm en La Marina Baixa; Novelda y Elche (Vinalopó) y otros municipios menores.

En la capital alicantina, los populares se han encontrado también con problemas para contrarrestar la promesa del Gobierno socialista de ubicar la Casa del Mediterráneo que Camps quiere ubicar en la ciudad de Valencia.

Tras el acto de Alicante a última hora de la tarde, Camps regresó a Valencia para el último mitin de cierre de campaña. En esta ocasión volvió al escenario utilizado en 2003, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, donde se repartió el protagonismo con la alcaldesa y candidata a la reelección Rita Barberá.

En estos mítines, realizados al filo de la media noche, los dos candidatos populares volvieron a recurrir al voto del miedo ante un posible gobierno de izquierdas tras las elecciones del domingo e instaron al voto blavero a seguir apoyando al Partido Popular. Camps reclamó que haya una participación masiva en la jornada electoral de mañana para que el Gobierno que salga elegido de las urnas sea un Gobierno fuerte. El candidato popular reivindicó el carácter integrador de su partido.

El PP ha intentado reforzar su apelación al votante regionalista con muchas senyeras y referencias al auténtico valencianismo, ante el temor que una parte de su electorado se pueda escorar el domingo hacia Coalición Valenciana o Unión Valenciana, que acusan a los populares de haber traicionado las esencias regionalistas.

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