"La Diputación ha actuado con arrogancia e ineficacia"

1. Ha sido cuatro años desperdiciados para Vizcaya. No ha habido ningún proyecto ilusionante. Los tres o cuatro grandes proyectos anunciados (plan de viviendas, parque tecnológico, regeneración de Sestao y gran pacto social), no han sido puestos en marcha, y prueba de ello es que los han vuelto a poner en el programa electoral. Esta legislatura se ha caracterizado por la prepotencia, arrogancia e ineficacia.

2. No hay ninguna preferencia establecida. Lo que está claro es que no va a haber pactos globales, ni con el nacionalismo ni con la derecha. Se verán tras las elecciones. Es cierto que las relaciones con el PP tan crispadas hacen difícil el acuerdo, pero eso no significa que les descartemos para posibles conversaciones.

3. No ha habido ninguna atención, y la prueba de ello está en que, en la aprobación de los presupuestos, no ha sido aceptada ni una sola enmienda de la oposición en estos cuatro años. Han hecho imposible cualquier acercamiento salvo algunos temas como la ley de residuos urbanos, en los que, al ser asuntos de sensibilidad social, sí se han dirigido a los socialistas. En el resto, ha sido una política de ordeno y mando, con actuaciones que no se han consensuado con nadie.

4. La gran asignatura pendiente, arrastrada desde hace varias legislaturas, son las políticas sociales, porque Vizcaya está a la cola de Euskadi en prestaciones. El gran reto es hacer políticas más ambiciosas, ya que el Concierto aporta ingentes recursos, pero se ha utilizado más como arma de enfrentamiento político que como una forma de redistribución de la riqueza. Si se quiere un cambio tranquilo, se tiene que elegir al PSE, que se dirige no sólo a los progresistas sino también a nacionalistas moderados y a mucho votante del PP asustado y desencantado por la deriva de sus dirigentes.