5.000 comensales se apuntan a la cena-mitin de Enrique Nóvoa

El candidato del PP a la alcaldía de Ourense, Enrique Nóvoa, cerrará esta noche la campaña arropado por multitud de los suyos. Hasta 5.000 entradas, al simbólico precio de cinco euros la unidad, se han vendido en la sede del PP orensano para la gran cena mitin en la que el alcalde aspirante a la reelección estará respaldado por los presidentes provincial y gallego, José Luis Baltar y Alberto Núñez, respectivamente. Y según los populares, quedará gente fuera.

Nóvoa, que arrancó en la campaña con los pronósticos en contra, se ha ido creciendo a lo largo de los días. "Tiene un contacto estupendo con la gente en el cara a cara", comentan sus colaboradores, "y llena en todos los mítines".

Ayer hizo una inmersión en un medio que le es más ajeno. Se fue al campus a media mañana en busca del voto joven. El candidato optó por la cafetería en lugar del aula para acercarse a los estudiantes que se le fueron sumando poco a poco y a quienes preguntaba en tono afable por sus demandas.

Pero la cara amable de Nóvoa tiene su cruz. Los socialistas lo acusan de "prepotencia" y, a título de ejemplo, señalan que ha mandado a la Policía Local colocar unas vallas con el cartel de Gas Galicia enfrente de la sede del PP, en la calle Progreso, toda ella zona amarilla y en la que por tanto está prohibido aparcar a todo el mundo. Las vallas "no cubren obra alguna, las utilizan para aparcar él y también sus amigos", señalan los socialistas.

El puente de Cabezas

La oposición le recrimina la propaganda electoral, ya que presenta un folleto en el que muestra como logros el puente del milenio, obra de su antecesor, Manuel Cabezas, y una imagen de un policía local ante un coche de patrulla. "Está haciendo uso ilegítimo de un cuerpo oficial", le acusan.

Pero hasta el momento, el candidato del PP no se ha dejado amilanar por las denuncias. Ante el anuncio del partido socialista de que presentaría demanda ante la Fiscalía y el Censo electoral por empadronar en su casa a 16 personas, Nóvoa, con el respaldo de Baltar, ha resistido. "Gobernaré igual, incluso para aquellos que están empeñados en hacer una campaña sucia", dijo.

El candidato agotará su última jornada electoral con un solo mitin, en el barrio de O Pino, rodeado de los suyos, antes de partir hacia la macrocena. "Tenemos una base muy sólida en la ciudad", comentan sus colaboradores, convencidos de que el candidato que Cabezas incluyó en el número cinco en las pasadas municipales podrá emular el triunfo electoral de su antecesor.