"Los ciudadanos tenían derecho a saber"

Era un desconocido. Ya no. Una pregunta a su rival, Alberto Ruiz-Gallardón, en un debate televisado sobre sus relaciones con una implicada en el caso Malaya desató la tormenta. Se le ha acusado de entrar en el campo minado de la vida privada de los cargos públicos. Él reitera que sólo se interesó por la gestión del alcalde. Tiene 50 años. Nació en Madrid. Estudió Economía en España y en EE UU, trabajó de analista económico y fue asesor de Zapatero en La Moncloa, del que es buen amigo.

Pregunta. ¿Se arrepiente de la pregunta?

Respuesta. En absoluto. Fue y es una pregunta que pretendía aclarar algo importante. Los ciudadanos tenían derecho a saber y más aún después de las pruebas aportadas que demuestran que en el Ayuntamiento de Madrid hubo trato de favor en actuaciones urbanísticas relacionadas con la imputada del caso Malaya. Lo único que pregunté y pregunto es si Ruiz-Gallardón intercedió como alcalde.

"Si no cumplo los objetivos año a año me bajaré el sueldo"

"Los presupuestos municipales serán participativos"

P. ¿La forma y el momento fueron adecuados?

R. Los debates eran la mejor oportunidad para preguntar directamente. Nosotros no andamos con montajes y artimañas como el PP. Cuando discutimos sobre gestión preguntamos sobre gestión. Un alcalde debe responder de su gestión.

P. ¿Va a denunciar el caso a los tribunales?

R. Por ahora me limito a hablar y exigir responsabilidades políticas. Prefiero no mezclar tribunales y campañas electorales. No quiero parecerme al PP ni en eso.

P. Ruiz-Gallardón tuvo la M-30 como eje de su gestión. Prometió enterrarla y lo cumplió.

R. No cumplió. Prometió hacerlo en 1.000 millones y lo hizo en 10.000. Si contrata una obra en la cocina por 1.000 euros y le cobran 10.000, eso no es cumplir.

P. ¿Cuál será el eje de su gestión?

R. Tenemos un programa con propuestas calle por calle; pero lo importante es hacer una ciudad más cercana, donde se vuelva a disfrutar del espacio urbano: apostar por el transporte público, por la recuperación del tranvía, ganar espacios peatonales, como haremos con la Gran Vía.

P. Solicita a los votantes que pidan lo que quieran ¿No es eso incompatible con elaborar un programa?

R. No. Hay un programa. Pero los ciudadanos saben dónde se necesita más una escuela. Esto es llevar la política municipal a los barrios. Iré más allá: los presupuestos serán participativos. Daré una suma de dinero a los vecinos en los barrios para que ellos la empleen.

P. ¿Cómo garantiza que cumplirá sus promesas?

R. Porque me bajaré el sueldo si no cumplo los objetivos año a año. Una parte del sueldo será variable. Si no se cumplen, esa parte no se cobrará. Como en muchas empresas

P. ¿Qué le ha sorprendido de la campaña?

R. El cariño de la gente. Fui a un barrio con muchas personas mayores en edificios sin ascensor. Son prisioneros de sus propias casas. Todos querían enseñarme su piso, mostrarme su realidad... y lo hacían de forma muy cariñosa, invitándome para otro día, para comer... Y yo les dije que sí, que volvería y que llevaría el vino.

P. ¿Y el ascensor?

R. El ascensor también se lo llevaré. Por supuesto.