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Reportaje:Fútbol | Final de la Liga de Campeones

Juega Pirlo, remata Inzaghi

Los futbolistas decisivos del Milan tuvieron más incidencia en el partido que el juego colectivo del Liverpool

Ramon Besa

Individual y colectivamente, el Milan le pudo al final al Liverpool, superior en la primera media hora y batido en el resto del partido.

- Inzaghi. Un ariete infalible. A sus 33 años, no se oxida. Afortunado en la jugada del 1-0, su maniobra en el 2-0 fue la de un delantero terminal: tiró bien el desmarque, buscó la espalda de los centrales, controló el pase de Kaká, venció al portero y remató a gol.

- Kaká. Un futbolista exquisito que apareció de manera tan intermitente como determinante. El gesto técnico del partido fue suyo cuando se salió de la marca de Riise y Agger con una ruleta tan perfecta que evocó a las del mejor Zidane. A la que pudo tomar la pelota, la calidad y rapidez de su conducción desbordó a los medios del Liverpool, que le tiraron malamente. No tuvo suerte como rematador y fue decisivo como pasador en el servicio a Inzaghi en el 2-0.

A Gerrard, que participó poco del juego de equipo, le faltó campo; pero fue de los mejores
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- Mascherano. No encontró su sitio en la cancha y fue un centrocampista insustancial frente al despliegue de medios del Milan y de la laboriosidad de sus propios compañeros. Excesivamente estático, apenas ayudó a los jugadores de banda y fue sustituido de forma tardía por el gigante Crouch.

- Gerrard. Ubicado como media punta, participó menos del juego colectivo, disminuyó su perspectiva en los remates, le faltó campo y a pesar de tanto condicionante fue de los mejores. Dispuso de la mayoría de ocasiones de su equipo y acabó todas las jugadas. Dida le ganó la partida nada más comenzar la segunda parte en un mano a mano propiciado por un error de Gattuso. El volante inglés prefiere el disparo a media distancia más que el uno contra uno.

- Pirlo. Afortunado en el saque de la falta que supuso el 1-0, dirigió con precisión el juego del Milan como medio centro. Todos sus compañeros le buscaron para que jugara el balón. Le dio salida y profundidad al equipo, conectó con Inzaghi y se ofreció siempre ante la marca que sufría Kaká. A un toque, le puso un balón de gol al brasileño, que controló de forma genial antes de que el árbitro pitara un inexistente fuera de juego. Fue desequilibrante.

- Xabi Alonso. Funcionó un rato como regista. Tuvo el partido en la cabeza, se ofreció y alternó los pases en corto y largo. Al inicio su despliegue ofensivo fue bueno y rápido. A la que dio un paso adelante, descolocó al Milan y Gattuso cargó con una tarjeta. El volumen de su trabajo, sin embargo, disminuyó con el paso del tiempo y acabó el partido camuflado por tanto desgaste físico y con el agravante de conceder la falta del 1-0.

- Jankulovski. El punto débil del Milan porque no está acostumbrado a defender tanto campo como tuvo enfrente. Apenas desequilibró en ataque y fue desbordado en cada jugada por Pennant.

- Pennant. Uno de los mejores del partido durante una hora. Atacó bien a Jankulovski, le desbordó, puso centros y le dio aire al Liverpool. Nunca perdió la pelota y Dida le sacó un remate de gol con 0-0 en el marcador. Al final, cuando el partido se recogió a favor del Milan, perdió importancia.

- Reina. Muy firme por alto, blocó los balones cruzados y dio seguridad a su zaga. Nada pudo hacer en el 1-0 porque el tiro de Pirlo rebotó en el hombro del delantero centro italiano y el propio Inzaghi le ganó en el mano a mano del 2-0.

- Gattuso. Resumió el espíritu competitivo del fútbol italiano. Hizo sentir la pierna en cada jugada, generó la mayoría de faltas tácticas e impidió que combinaran los medios del Liverpool. Tal fue su laboriosidad para bien y para mal que propició también la mejor ocasión del Liverpool en una pérdida de balón que no aprovechó Gerrard.

- Zenden. Mucha productividad para tan poca incidencia. Pese a que apareció en la mayoría de jugadas de ataque, no le dio continuidad a ninguna. Fue sustituido.

- Dida. Resolutivo en las tres acciones en que fue exigido. Los remates tenían peligro y su respuesta fue disuasoria. El gol pareció inevitable.

- Crouch. Apareció muy tarde en el partido y su presencia se hizo notar tanto en las jugadas de estrategia como en el juego directo.

- Kuyt. Ni siquiera el gol, a la salida de un córner y en posición de fuera de juego, le redimió de una actuación discreta ante los centrales del Milan.

Gerrard cabecea un balón ante Nesta.
Gerrard cabecea un balón ante Nesta.ASSOCIATED PRESS

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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