Mano dura de Rabat ante la ola de protestas de jóvenes saharauis
"Los salvajes agentes formaron un círculo alrededor mío y me molieron a palos con sus porras y sus pies. De un golpe me reventaron el ojo. Cuando les grité que mi ojo estaba tocado me atizaron a postas en él". Sultana Khaya, una joven saharaui que se ha quedado tuerta, hizo por teléfono este relato desde el hospital Alantaki de Marraquech. Sultana narró cómo la policía marroquí reprimió, la semana pasada, las protestas de los estudiantes originarios del Sáhara Occidental.
Desde hace 10 días los saharauis que cursan estudios en las universidades de Agadir, Marraquech, Casablanca y Rabat, muchos de ellos becados por el Estado marroquí, organizan sentadas y manifestaciones para reivindicar la autodeterminación de la antigua colonia española.
Sus protestas han originado roces con los estudiantes marroquíes y han sido violentamente reprimidas, generalmente al cabo de unos días, por la policía. Veinte estudiantes serán juzgados por perturbar el orden público. En las ciudades del Sáhara se han producido también conatos de manifestación de carácter independentista.
La rebelión estudiantil saharaui se reactiva en vísperas del inicio de la negociación, auspiciada por la ONU, entre Marruecos y el Frente Polisario. Está previsto que empiece en Nueva York o Ginebra en la primera quincena de junio.
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