La metrópoli emergente

La construcción de dos autovías que apenas suman 20 kilómetros de longitud va a cambiar de forma aún más radical que lo que ya ha ocurrido en los últimos 15 años el aspecto del área metropolitana de Santiago y el de la propia ciudad. Miles de personas que se desplazan diariamente a trabajar desde municipios como Teo, Ames y Brión hacia Santiago soportan diariamente atascos en las horas punta que seguramente desaparecerán a principios del próximo año con la apertura de las autovías que unirán Santiago con Brión y Teo. Con la construcción de las autovías la actividad constructora se ha incrementado en poblaciones que como Ames han duplicado sus habitantes en una década y ya alcanzan los 25.000.

Lejos de reducirse la diferencia entre lo que cuesta comprar un piso en Santiago y lo que supone adquirirlo en el extrarradio, el aumento de la oferta en zonas como Bertamiráns, Teo o Brión sigue haciendo que el municipio de Santiago no consiga acercarse a la barrera de los 100.000 habitantes, mientras que los ayuntamientos vecinos ganan terreno. Esta tendencia puede acentuarse dentro de pocos meses cuando se puedan recorrer los 12 kilómetros que separan Santiago de Bertamiráns en menos de diez minutos. Muchas familias podrán elegir entonces entre adquirir una vivienda seminueva de tres dormitorios por un precio que ronda los 120.000 euros en Bertamiráns, o decidirse por un piso similar en Santiago donde los precios no bajan de 200.000 euros y las diferencias aumentan exponencialmente cuando se trata de pisos nuevos y situados en los barrios céntricos.

El alcalde de Ames, el socialista Carlos Fernández, apunta que el municipio puede doblar de nuevo su población en el plazo de una década, de forma que se alcancen los 50.000 habitantes. El incremento de habitantes en la zona oeste de la comarca de Santiago parece una tendencia natural dado que es el camino más corto hacia la zona costera, que estará más cerca de la capital en unos años cuando se prolongue hasta Noia la autovía que pronto llegará a Brión. Al atractivo de esta cercanía a las playas hay que sumar la mejoría en el transporte interurbano hacia Santiago y la proliferación de servicios de todo tipo, que hacen que desplazarse a Santiago para hacer compras o disfrutar del tiempo de ocio haya dejado de ser una obligación.

Sin embargo este crecimiento también tiene sus contrapartidas. En Brión, por ejemplo, la llegada de la autovía ha coincidido con el desarrollo urbanístico de un municipio que hasta ahora se consideraba como un ejemplo de convivencia entre el entorno rural y un desarrollo urbanístico cuidadoso. Sin embargo, la altura de los edificios que se construyen ahora es llamativamente superior a la de los ya existentes.

El alcalde, Xosé Luis García, que lleva 28 años en el cargo como independiente y que en la próximas elecciones se presenta en las listas del PSOE, insiste en que el plan de ordenación urbana no permite más de tres alturas, En todo caso, tal vez la mayor altura de las nuevas construcciones sea el precio a pagar por la llegada de la autovía. "No podíamos seguir siendo la aldea de Astérix", señala García.

En Teo hay más problemas. El crecimiento desordenado de los últimos años ha dejado el municipio sembrado de edificios dispersos que dificultan la llegada de servicios básicos a toda la población. Martiño Noriega, candidato del BNG a la alcaldía, explica que en el municipio se ha ido construyendo sin otro criterio que el de hacerlo alrededor de las vías de comunicación.

Favores por votos

Noriega aspira a terminar con los 12 años de mandato del alcalde más famoso de la comarca, el popular Armando Blanco, al que ya pudo arrebatar la alcaldía en 2003, cuando apenas 20 votos se lo impidieron. El candidato del BNG cree que en esta ocasión Blanco lo tiene "imposible", aunque advierte que éste sigue apostando por la vieja fórmula de "prometer favores a los vecinos a cambio de votos".

Noriega recuerda que el edil de Urbanismo, Manuel Parajó, alardeó hace pocos meses en un pleno municipal de actuar como intermediario de inmobiliarias en el propio Teo. El PP aspira a mantener sin problemas sus mayorías en los ayuntamientos de perfil rural, como los de Trazo, Touro o Boqueixón. pero lo tendrá difícil en poblaciones más urbanas como Ames y Teo.