33 muertos en accidentes de tráfico durante el fin de semana

Un total de 33 personas fallecieron en los 27 accidentes mortales registrados en las carreteras españolas durante el fin de semana, desde las tres de la tarde del viernes hasta las ocho de la tarde de ayer. En el mismo fin de semana del año pasado perdieron la vida 30 personas, contabilizados los datos hasta las doce de la noche.

La jornada más negra del fin de semana fue la de ayer, domingo, con 11 accidentes mortales en los que 15 personas fallecieron, cinco resultaron heridas de gravedad y tres más de carácter leve. Además, el sábado hubo 14 fallecidos en 11 accidentes, así como seis heridos graves y cinco leves.

El accidente más grave se produjo la noche del sábado al domingo en Tarazona de la Mancha (Albacete). Cuatro jóvenes ecuatorianos con edades comprendidas entre los 26 y los 33 años murieron en un choque frontolateral entre dos turismos, en el que resultaron además heridas de gravedad otras dos personas y una leve. El siniestro se produjo a las 0.45 cuando los dos coches, un Volkswagen Golf y un Seat León colisionaron por causas que aún se desconocen, informó a Efe a la Guardia Civil. Tanto los fallecidos como los heridos fueron evacuados al Hospital del Perpetuo Socorro de la capital albaceteña.

También ayer, un chico de 15 años y un joven de 29 murieron en sendos accidentes de tráfico en Alcora (Castellón) y Ayora (Valencia), respectivamente. El primero de los accidentes, en el que murió el joven de 15 años, ocurrió a la 1.45, al salirse de la calzada el ciclomotor que conducía. El otro accidente se produjo a las 3.30 de la madrugada en el kilómetro 106 de la carretera N-330.

En la localidad almeriense de Balanegra (Almería), un hombre de 60 años de edad falleció ayer y otros dos resultaron heridos de gravedad tras la colisión de un turismo con la furgoneta en la que viajaban, que posteriormente se incendió como consecuencia del accidente. El fallecido resultó ser el conductor de la furgoneta, aunque identidad no ha trascendido por el estado en que se encontrada el cadáver, completamente calcinado.