Juegos de 'guerra'

"Puedes suspender pagos o incluso quebrar, no pasa nada".

-"Oye lo mío es el área comercial"

-"Estupendo, harás de financiero".

-"Yo me ocupo de las operaciones".

-"Magnífico, te responsabilizarás de las finanzas".

Frases como las anteriores, acompañadas de cierta expresión de asombro, mezclada con ilusión e inquietud, son habituales en el inicio de un business game o simulación de gestión.

¿En qué consiste un business game? Se trata de un programa de desarrollo directivo, basado en un sofisticado simulador informático, que permite asumir la gestión de una empresa compleja en un entorno tremendamente competitivo.

Los participantes forman un equipo de cuatro personas, con los roles de director comercial, director financiero, director de operaciones y director general. Se les asigna a propósito un rol distinto al que habitualmente desempeñan, de manera que tengan que ampliar su visión, e integrar variables de negocio desde otra perspectiva. ¿Y Recursos Humanos? Es una variable que siempre está presente, de manera que hay que gestionar contrataciones, despidos, absentismo, formación,... y además se aprecia el impacto cuantitativo de cada una de las opciones.

Es un programa que permite asumir la gestión de una empresa basado en un simulador informático

¿Qué aporta este tipo de programa formativo? Permite desarrollar la visión global, puesto que los participantes enseguida aprenden que no pueden descuidar ninguna variable ni supeditar un ámbito de decisiones a otro. También desarrollan su capacidad para el análisis y toma de decisiones, puesto que la situación es muy compleja -80 variables interaccionando entre sí- y la información excesiva, por lo que es necesario priorizar y sistematizar. Conforme vamos facilitando pautas y metodología, este avance es claramente notorio, siendo algo que los participantes se llevan puesto. Además, al desarrollarse la simulación en un entorno tremendamente competitivo, puesto que se compite contra equipos de otros compañeros y además contra empresas generadas por el ordenador, no hay más remedio que aguzar el ingenio y poner en juego gran dosis de iniciativa, ambición y proactividad, asociada a innovación. De lo contrario, otros competidores pueden ganar delantera y desbancarte aunque lo hayas hecho bien hasta el momento. La perspectiva necesaria para llegar a tener éxito es de medio y largo plazo para evitar que se cometan errores que difícilmente se podrán paliar, en particular los relacionados con nuevos productos, inversiones, I+D o política financiera.

¿Cuál es la duración aconsejada? Normalmente se simulan cinco períodos, que equivale cada uno a la toma de decisión para los próximos seis meses. La primera toma de decisión ocupa una jornada, al igual que la tercera, puesto que además se realiza un audit parcial, en el que se solidifican los criterios de análisis y toma de decisiones y se concreta la metodología óptima.

Las sesiones intermedias, segunda y cuarta, pueden hacerse a distancia o bien complementar media jornada con casos específicos propios de las escuelas de negocios, para profundizar en algún aspecto concreto de gestión.

En el último período se realiza una presentación de resultados al consejo de administración, lo que permite ver la estrategia del resto de compañías y aprender de distintos enfoques, además se extrapolan aplicaciones al sector de actividad de los participantes.

Puesto que el programa en su conjunto requiere un período de asimilación e integración del proceso metodológico, lo aconsejado es que haya una cierta separación entre sesión y sesión, pero no más allá de unos 7-10 días aproximadamente. La diferencia de actuación, en lo que se refiere a visión global, capacidad para priorizar y sistemática en la toma de decisiones, entre el inicio y el final ¡es espectacular!, y eso es algo que los participantes integran ya para siempre.

César Fernández es director asociado de Norman Broadbent.