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El valor de nuestros museos

Desde 1977 se celebra en todo el mundo el Día Internacional del Museo. Cada año el International Council of Museums (ICOM) busca un lema que sirva como motivo de reflexión. Este año es: Museos y patrimonio universal.

La reflexión que propone hoy el ICOM es extraordinariamente interesante. Concibe el patrimonio universal como amplio receptáculo de todo lo que podemos considerar patrimonio, desde el arte prehistórico hasta los recuerdos íntimos o las tradiciones familiares de culturas consideradas menores.

Escoger pequeños y grandes depósitos de sentido, relacionarlos para que su capacidad explicativa se amplifique y sirva a los discursos e interpretaciones más complejos es una de las principales misiones de los museos y de los sistemas de protección del patrimonio. La selección, la conservación, la capacidad de relacionar o valorizar y la presentación viable e inteligible de los objetos son retos permanentes. Así se concreta la suma de tradiciones, monumentos, pueblos, lenguas, etcétera que constituyen lo que se entiende por patrimonio universal.

Cataluña carece de un modelo global que relacione y vertebre la realidad museística actual

La aportación patrimonial catalana es objetivamente muy consistente, con áreas, colecciones o periodos muy destacados que debemos hacer accesibles. Pero, en cambio, nuestro sistema museístico queda por debajo, todavía y a pesar de los esfuerzos, de lo que sería exigible. Los museos de nuestro país, fuera de algunas excepciones, necesitan un fuerte impulso, una buena inyección de recursos y un planteamiento de futuro renovador y ambicioso que incorpore las nuevas orientaciones de algunas instituciones museísticas internacionales de referencia.

El panorama de los museos catalanes, después de 17 años de aplicación de la Ley de Museos de 1990, a pesar del constante crecimiento del público y de la calidad de los servicios que se ofrecen, muestra todavía la falta de un modelo global claro que relacione y vertebre la realidad museística de Cataluña. Durante todos estos años, desde la Administración catalana se ha invertido una notable cantidad de dinero y energías en consolidar la estructura y el despliegue de los museos nacionales, pero su situación actual es desigual.

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Mientras tanto, los museos del territorio han crecido en número, a menudo por la iniciativa y perseverancia de personas o entidades comprometidas, pero su situación presenta también desequilibrios considerables. Junto con ejemplos de primer orden, frecuentemente proyectos municipales que cuentan con la colaboración de la Generalitat, encontramos propuestas que aún no han recibido la atención institucional merecida.

No disponemos, siempre a pesar de algunas excepciones, de sistemas suficientemente eficaces de vertebración de estos museos, así como de los instrumentos de gestión que puedan marcar una política clara entre esta importante realidad museística y la Administración catalana.

Por eso nos proponemos hacer una relectura del papel de los museos nacionales en el marco de la museología catalana y de su función dinamizadora y vertebradora de los diferentes ámbitos. También queremos que el actual Museo de Historia de Cataluña sea declarado Museo Nacional y que se active la creación del Museo Nacional de Etnología y del Museo Nacional de Ciencias Naturales.

Pero este impulso de nuevos museos debe partir de la realidad que conforman los museos sectoriales correspondientes en el territorio. De este modo, la creación del nuevo Museo Nacional de Etnología -vinculado orgánicamente o no con el de Historia- deberá comenzar por la creación de la Red de Museos de Etnología como elemento fundacional. En un sentido parecido, crearemos nuevos servicios de atención museística no exclusivamente tutelados desde la Generalitat, sino buscando la complicidad de los museos del territorio y pactando con las corporaciones locales los instrumentos de gestión necesarios para crear las redes de apoyo.

Será necesario que en Cataluña, de nuevo, difundamos los pequeños y medianos museos y las iniciativas de las corporaciones locales. Con la suma de estos esfuerzos seremos capaces de construir los verdaderos museos nacionales del futuro y servir responsablemente al enriquecimiento del patrimonio universal.

Joan Manuel Tresserras es consejero de Cultura de la Generalitat.

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