Argelia quiere convertir los comicios de hoy en un referéndum antiterrorista

Las autoridades de Argelia quieren convertir las elecciones legislativas de hoy en un referéndum contra el terrorismo, que este año se ha cobrado unas 200 víctimas, pero su apuesta es difícil de ganar porque los argelinos desconfían de las urnas y tienden a abstenerse. Unos 19 millones de argelinos, sobre un total de 33, han sido convocados hoy a las urnas para elegir a los 389 diputados de la Asamblea Nacional Popular en unas elecciones cuya única incógnita es la abstención.

El terrorismo hizo de nuevo irrupción ayer en Constantina, la segunda ciudad del país, que en los últimos años no había padecido sus embates. La explosión de una bomba causó la muerte de un policía e hirió a cinco transeúntes en el barrio de Daksi, cerca de un mercado muy concurrido.

Cargado con dos bombas, el terrorista caminaba hacia el mercado cuando llamó la atención de un policía apostado en una rotonda cercana, según una versión oficiosa del suceso. El terrorista echó entonces a correr, no sin antes abandonar la carga explosiva. Una de las dos bombas estalló, causando la muerte del agente. De ser cierto este relato, la explosión de las bombas en el mercado hubiese causado un mayor número de víctimas.

"Nos esperábamos este tipo de acciones", reconoció el ministro del Interior, Nuredin Zerhuni. Para evitarlas la seguridad, ya de por sí fastidiosa en las grandes ciudades, ha sido aún más reforzada estos días. Los controles de vehículos provocan enormes atascos en Argel mientras que en algunas zonas de Cabilia hay carreteras cortadas para facilitar la ofensiva del Ejército contra la guerrilla islamista.

Zerhuni tiene motivos para temer nuevos atentados. Abdelmalek Droukal, el apodo que emplea el líder de la rama magrebí de Al Qaeda, tachó el lunes, en un vídeo, de "comedia" las elecciones y advirtió a los votantes de que "serán cómplices de los apostatas que cometen un gran pecado".

El llamamiento de Droukal al boicoteo había sido precedido por otros de dirigentes islamistas no violentos, pero cuyas candidaturas fueron vetadas por la Administración, y del Frente de Fuerzas Socialistas, un partido integrado en la Internacional Socialista. Éste consideró que la consulta no era democrática.

Junto con Luisa Hanoune, la jefa de un pequeño partido izquierdista y nacionalista, la mayoría de la clase política ha repetido hasta la saciedad que "las elecciones deben de ser un referéndum contra el terrorismo y una firme respuesta a los atentados del 11 de abril" en pleno Argel que se cobraron 30 muertos y 220 heridos.

"Hemos vencido a los Grupos Islámicos Armados", que en la década de los noventa causaron estragos, "y ahora venceremos a Al Qaeda", proclamó en su último mitin Ahmed Ouyahia, ex primer ministro y líder del Reagrupamiento Nacional Democrático (RND). Su sucesor en el cargo, Abdelaziz Beljadem, insistía en que la política de reconciliación nacional "debe de ser íntegramente aplicada".

Esta iniciativa del presidente Abdelaziz Buteflika consistió, a grandes rasgos, en indultar en 2006 a 2.600 terroristas encarcelados, y a un puñado que estaban en la clandestinidad y se entregaron, a cambio de su renuncia a la violencia. Tras los atentados del 11 de abril, buena parte de la prensa escrita consideró que esa política presidencial había fracasado.

Beljadem es el líder del Frente de Liberación Nacional, el antiguo partido único, que cuenta con la mayoría absoluta de escaños (199) en la Cámara baja, pero que aún así incorporó a la mayoría parlamentaria que apoya a Buteflika a Ouyahia y su RND y a una pequeña formación con ligeros tintes islamistas, el Movimiento de la Sociedad por la Paz. Los tres juntos copaban nada menos que 284 escaños, el 73% del Parlamento.

No se espera que el escrutinio esta noche arroje una mayoría menos aplastante. La mayoría de los mítines contaron con muy escaso público, lo que hace sospechar que la participación será baja.