Clamor vecinal en Valencia tras explotar una estación eléctrica

Una fuerte explosión en una subestación eléctrica del barrio de Patraix, en Valencia, sobresaltó ayer a los vecinos sobre las ocho de la mañana. No hubo víctimas, aunque sí desperfectos materiales. La explosión rompió una ventana y la puerta de acceso a la instalación, arrojando a la calle cascotes y pesados cristales. Un fallo en la pieza que conecta el cable de alta tensión con uno de los transformadores de la subestación fue la causa de la deflagración, según las primeras conclusiones de Red Eléctrica Española, que comparte la propiedad de la instalación con Iberdrola. Sin embargo, fuentes de la policía científica atribuyeron el incidente a una mala combustión de los gases necesarios para enfriar el proceso de generación eléctrica.

La avería dejó sin suministro a 50.000 usuarios en una amplia zona de la ciudad, la mitad de los cuales se quedaron sin luz durante 45 minutos. La falta de fluido afectó también a los semáforos, lo que provocó numerosos atascos en varios barrios de Valencia. La subestación lleva funcionando apenas seis meses y los vecinos, organizados en una plataforma que ha protagonizado numerosas protestas en los últimos dos años, tienen presentadas ante el juez 15 denuncias por presuntas irregularidades.

La explosión fue seguida de una humareda que alertó a los vecinos, cuyas viviendas distan 13 metros de la subestación. Con los ascensores sin funcionar por la pérdida de suministro, muchos se agolparon en pijama y ropa interior en las escaleras con sus hijos, viviendo escenas de pánico.

La subestación cuenta con una licencia de actividad inocua concedida por el Ayuntamiento en contra de un primer informe de los técnicos municipales que exigían un permiso de actividad calificada, lo que a juicio de los vecinos hubiera impedido su construcción tan cerca de la población. El gobierno local del PP intentó responsabilizar ayer al Ministerio de Industria de la ubicación de la subestación en el barrio de Patraix y ordenó precintarla hasta que el Gobierno garantice la seguridad. Sin embargo, al ministerio compete la planificación energética aunque no decide el lugar concreto de estas instalaciones, que fue decidida por el Ayuntamiento, resaltaron ayer fuentes socialistas.

Tras el incidente, cientos de vecinos protestaron junto a la subestación por los riesgos que corren con la actividad y exigieron de nuevo su traslado fuera de la ciudad. La concentración aglutinó a representantes de todos los partidos salvo el PP. Por la tarde, una numerosa manifestación recorrió algunas calles del distrito responsabilizando a Iberdrola y a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, de lo ocurrido.